BARCELONA, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El FC Barcelona festejó en el Camp Nou su éxito en la Liga con un triunfo (2-0) que hunde al RCD Espanyol, pendiente ahora de otros partidos para no caer a la zona de descenso tras prolongar su 'gafe' en feudo culé.
El derbi resultó una fiesta completa para la hinchada barcelonista y un suplicio para los 'periquitos', que no ganan en el Camp Nou desde 1982 y volvieron a defraudar, esta vez en una cita clave para su futuro.
El Espanyol cumplió con la tradición de hacer el pasillo al campeón y en apenas dos minutos de juego ya tuvo que soportar los cánticos de 'a Segunda, a Segunda', que resonaron durante todo el partido.
Y tuvo la mala fortuna de sufrir un gol en propia meta de Jarque a los 20 minutos, en un doble rebote tras un pase de Eto'o desde la línea de fondo. Después quiso reaccionar, pero en el 51 Ronaldinho puso el 2-0.
El Barcelona jugó en segunda velocidad, lo que incluso contagió al Espanyol, aunque los azulgrana, que formaron con sus titulares habituales a excepción de Valdés, fueron claramente superiores.
EL ESPANYOL VUELVE A ENCOGERSE EN EL CAMP NOU
Su gran novedad fue la presencia de Xavi en lugar de Iniesta, que se quedó en la grada. Se vio a un Barça tranquilo que se encontró con el gol sin apenas buscarlo y a un Espanyol encogido que no llegó a morder.
No daba la sensación de que le iba la permanencia en el partido. Acusó la ausencia de De la Peña y no apareció en ataque hasta la media hora, cuando lo intentó Zabaleta de disparo lejano que salvó Jorquera.
Más clara fue su ocasión al final del primer tiempo, de Luis García, pero también se topó con un gran Jorquera. Aunque más opciones tuvo el Barça, sobre todo una de Larsson tras una jugada genial de Ronaldinho.
En la segunda parte, Pandiani, recién entrado, tuvo la mejor oportunidad del Espanyol, aunque Sylvinho salvó en la línea. Y en cinco minutos llegó el 2-0, de Ronaldinho, después de que Larsson perdonase ante Gorka.
OVACIONES PARA LARSSON Y GABRI EN UNA NOCHE DE DESPEDIDAS
La fiesta ya era completa en las gradas, donde la afición barcelonista ya había empezado a hacer la ola al comienzo de la segunda parte. El derbi reunió a 87.000 espectadores y supuso el adiós de Larsson al Camp Nou.
El sueco, despedido con una gran ovación, se quedó finalmente sin el gol en su último partido con el Barcelona en el Camp Nou. Tampoco marcó Eto'o, pese a su ambición por su primer 'Pichichi' y por la Bota de Oro.
La noche también tuvo sabor de despedida para Gabri, cuya marcha del Barça a finales de temporada parece ya segura y que llevó una de las mejores ovaciones, tras sustituir a Xavi para jugar la última media hora.
Fueron los momentos en que afloró la impotencia del Espanyol en algunas entradas feas. Un año más, los blanquiazules ofrecieron en el campo del rival una pobre actuación y esta vez lo pueden pagar caro.
El equipo de Lotina puede recibir en la última jornada a la Real Sociedad obligado a ganar, aunque está pendiente de otros resultados, para no bajar a Segunda, toda una paradoja para el campeón de la Copa del Rey.
Para el conjunto de Rijkaard, en cambio, fue el anticipo de la gran fiesta organizada por el club en el Camp Nou con motivo de su segunda Liga consecutiva, en vísperas de la rúa en autocar por las calles de Barcelona.
