BARCELONA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha condenado a tres aficionados 'ultras' del RCD Espanyol a tres años y un día de cárcel cada uno por causar incidentes y destrozos en el estadio Olímpico de Montjuïc durante un derbi ante el FC Barcelona, disputado el 16 de octubre de 2004.
Además, tendrán que pagar casi 11.000 euros al club por los desperfectos en el estadio y no podrán acceder a un recinto deportivo durante cinco años.
La sentencia de la Sección Quinta de la Audiencia confirma el fallo dictado por el Juzgado Penal número 1 de Barcelona el 29 de marzo de 2007 y desestima los recursos de apelación interpuestos por la defensa de los tres seguidores: David G.G., Antonio S.T. y Raúl R.S.
Según la sentencia, a la media hora del partido, los condenados, situados en el sector del grupo radical de las Brigadas Blanquiazules, "junto con otras muchas personas" y con "el propósito de producir una importante situación de desorden" se enfrentaron a una quincena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP).
Los hinchas "hicieron una fuerte y violenta presión hacia dichos agentes para romper el cordón policial de vigilancia" y destrozaron las sillas y vallas de separación del sector, que "lanzaron" contra los agentes que estaban en la parte superior de la grada y al terreno de juego. Esto generó distintas avalanchas debido a las cargas policiales.
Una vez terminado el partido, poco antes de la medianoche, los tres acusados y otros hinchas no identificados continuaron con su actitud "violenta" en la calle, tirando vallas y señales de tráfico en medio de la calzada del paseo Olímpic, muy cerca del estadio, y cortando el tráfico.
Sobre la 1 de la madrugada, los tres individuos se separaron del resto del grupo, momento que aprovecharon agentes del CNP, que les habían observado, para proceder a su detención, aunque los aficionados violentos intentaron escapar.
La Audiencia no considera creíble la versión de los hinchas, quienes durante el juicio dijeron que no habían participado ni en los altercados del interior del estadio ni en los del exterior. También dijeron que se fueron diez minutos antes de que terminara el partido y hacia el Metro sin parar. No obstante, fueron arrestados una hora más tarde de que finalizara el encuentro deportivo muy cerca del estadio.
