Crónica del FC Barcelona-Internacional de Porto Alegre

Actualizado: domingo, 17 diciembre 2006 16:51


YOKOHAMA, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

El FC Barcelona dejó escapar la oportunidad de sumar su primer título del Mundial de clubes en la final disputada ante el Internacional de Porto Alegre brasileño, que sorprendió en la recta final del partido a los azulgrana con un gol de Adriano.

Los 'culés' no pudieron mostrar su mejor cara y en un partido muy discreto, donde Ronaldinho no brilló como en las mejores noches y no pudo rememorar la final del Mundial de 2002, los brasileños sacaron rendimiento a la mediocridad de los azulgrana aprovechando su única ocasión clara de gol en todo el partido para prolongar el legado carioca en el torneo.

Quizá a sabiendas de la superioridad que a priori habían mostrado en semifinales, los azulgrana comenzaron como el ambiente, fríos, como ya les ocurriera en la final de París ante el Arsenal, y hasta el minuto 20 no empezaron a controlar la que es su mejor arma, el balón.

Mientras los campeones de Europa intentaban cogerle la medida a la final, al Internacional le dio tiempo a mostrar, en dos rápidos contragolpes, su carta de presentación de cara a intentar frenar el poderío de los blaugrana.

El conjunto de Frank Rijkaard, no obstante, no pasó demasiados apuros en defensa, donde Puyol se mostró rápido y contundente al cruce y gozó de las mejores ocasiones de la primera mitad. La primera llegó en las botas de Ronaldinho, que tras realizar un regate magistral en el borde del área cayó derribado en una acción que el colegiado Carlos Pastrana no consideró penalti.

Minutos más tarde, cuando ambos equipos se quitaron de encima la presión, el partido comenzó a tomar un ritmo frenético, el Barcelona empezó a hilar sus mejores jugadas, fruto de una de las cuales Gudjohnsen pudo abrir el marcador con un tiro desde el vértice del área que se fue alto.

Sin embargo, los 'culés' no lograron abrir el marcador y se marcharon al descanso con un empate a cero en el electrónico que, sin duda, encajaba mucho más con los planes del técnico carioca Abel Braga.

A los pocos minutos de la reanudación, Rijkaard se la jugó tras introducir a Xavi en el medio centro por Motta, que, además, tenía una tarjeta amarilla. El mediocentro culé dio algo de brío a un Barcelona que no parecía ni la sombra de sí mismo.

Los blaugrana, muy estáticos y lentos durante todo el encuentro, parecían estar pagando el esfuerzo físico de la adaptación al cambio de horario japonés. A pesar del mal juego de los catalanes, el gol parecía que podía llegar en alguna jugada aislada con el Internacional encerrado atrás.

Pero, lejos de plasmar con un tanto la superioridad sobre el campo, los blaugrana pagaron su mediocridad en el juego y la inoperancia en ataque en una jugada de contragolpe de los cariocas que Adriano, en el minuto 82, culminaba en gol para dar el triunfo a los de Porto Alegre.

Al FC Barcelona, que en 80 minutos apenas si había inquietado la meta defendida por Clemer, le quedaron, no obstante, un lanzamiento de Ronaldinho, que se fue lamiendo el palo izquierdo, y un disparo de Deco, que pudo significar el empate, pero que el portero brasileño desvió a córner con pericia.

A pesar de que la peor cara de los catalanes fue superior a la mejor de los brasileños, ninguno de los cracks azulgrana tuvo su noche en Yokohama y, muy lejos de su mejor versión, vieron cómo se escapaba un título que el FC Barcelona sigue sin llevarse a sus vitrinas.