VIENA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La selección española afrontará en el Ernst Happel de Viena (20.45 horas/Cuatro) su enésimo intento de superar la 'maldita' barrera de los cuartos de final y lo tendrá que hacer ante un rival de entidad y peligrosa por su experiencia como la campeona del mundo Italia, que acude al choque cediendo el papel de favorito a los de Luis Aragonés.
La historia de la 'roja' está marcada por muchas citas del mismo calado, con diferentes enemigos y de diversa calidad, y en todas ellas, por unas circunstancias o por otras, siempre se han saldado con un resultado negativo y una nueva decepción, situación que se quiere cambiar mañana en Viena para alcanzar unas semifinales y dar el ansiado y deseado salto cualitativo.
Sin embargo, ahora el combinado nacional llega con un punto de confianza superior y en un momento (19 partidos invicto y 9 victorias consecutivas) que invitan al aficionado a 'soñar' con una ronda de semifinales, pero todo ello se diluye un tanto cuando enfrente está una selección como la de Roberto Donadoni, tetracampeona mundial y que se crece en los grandes momentos, sello particular del 'Calcio'.
España e Italia cruzarán sus diversas ideas futbolísticas, que se pueden distanciar aún más por la ausencia en la 'azzurra' de Andrea Pirlo, uno de los pocos, junto a Antonio Cassano, que puede aportar imaginación y talento al juego transalpino. Los italianos saben que los de Luis Aragonés querrán tener el balón y sus estajanovistas jugadores del centro del campo aguardarán pacientemente para robar y salir con velocidad.
Por ello, el seleccionador español habrá aleccionado a sus futbolistas que no caigan en la trampa. Parece ser que volverá a apostar por Andrés Iniesta para el mediocampo para tener mayor control, renunciando al desborde por banda que podría aportar Santi Cazorla. Donadoni, por su parte, tiene más dudas, pero Aquilani, un buen jugador, podría hacer de Pirlo junto a De Rossi, que tendría como acompañantes a Ambrosini y Perrota, aunque Camoranesi podría tener su oportunidad.
VILLA Y TORRES FRENTE A TONI.
El combinado español se aferra igualmente a la capacidad goleadora que está mostrando David Villa, 'pichichi' de la Eurocopa y que además podría aprovechar los espacios que le genere Fernando Torres. La campeona del mundo ha perdido a Cannavaro y Materazzi no cuenta ahora, y su defensa, formada por Panucci y Chiellini, se presenta más vulnerable, aunque está Buffon, todo un seguro y que volverá a rivalizar con Casillas por la etiqueta de 'mejor guardameta del mundo'.
Y si el 'Guaje', autor del gol en el amistoso de Elche, y el 'Niño' se presentan como serias amenazas para la zaga 'azzurra', la española tampoco podrá descuidarse con el hasta ahora desaparecido Luca Toni. El delantero del Bayern no ha marcado aún y ha estado desacertado, pero su poderío será una prueba para el tandem Puyol-Marchena, mientras que Cassano y Di Natale se juegan un puesto de acompañante. El primero aportaría talento y el segundo, más trabajo.
También tendrán que prestar atención al balón parado y a los dos laterales, sobre todo a Fabio Grosso, que por la izquierda se incorpora muy bien y siempre trae peligro. Sergio Ramos, en el centro de atención por su conversación con Aragonés, tiene una gran oportunidad para redimirse y demostrarle al seleccionador que puede confiar en él, aunque debe vigilar sus subidas y los espacios que pueda dejar a su espalda. Zambrotta está peor y Silva lo puede aprovechar.
De todos modos, el 'Sabio de Hortaleza' sabe igualmente que, aparte de lo futbolístico, el aspecto psicológico es fundamental y ha confesado que lo ha trabajado. La presión por no pasar de los cuartos de final puede ser un arma de doble filo si el tiempo y el marcador corre en contra de los españoles, mientras que Italia viene, como suele ser habitual, de sufrir en la primera fase y de estar eliminada vuelve a estar en la pelea.
Además, la 'azzurra' juega con la estadística que dicta que España nunca le ha ganado en partido oficial desde Atenas 1920, cuando los Juegos los disputaban las selecciones nacionales absolutas. En 1994, en Boston, fue la última ocasión en que se cruzaron en una situación similar a la de mañana. Italia se había metido en cuartos con su fortuna habitual y la selección la tuvo contra las cuerdas hasta que Roberto Baggio la sorprendió en un despiste y sentenció un partido recordado por el codazo de Tassotti a Luis Enrique, nuevamente en boca de todos.
Los internacionales tampoco deben olvidar la experiencia en los octavos del pasado Mundial cuando la veterana Francia, más física que la actual campeona del mundo, la cedió todo el favoritismo y luego la eliminó sin demasiados problemas. Muchos de los que estaban aquella noche en Hannover habrán aprendido aquella lección y querrán aplicarla mañana para acabar con la 'maldición' de los cuartos.
