BUCAREST (RUMANIA), 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Betis arrancó hoy un valioso empate a cero, en la ida de octavos de final de la Copa de la UEFA jugada en Bucarest ante el Steaua, con lo que le bastaría, dentro de una semana en la vuelta, cualquier victoria por la mínima para plantarse en la próxima ronda de este torneo, con el que los de Serra Ferrer pueden enmendar su mala temporada liguera.
Contrariamente a lo esperado, Joaquín no sólo jugó de inicio, sino que lo hizo cambiado de banda, en la izquierda. El partido comenzó movido, con una fuerte presión arriba de los rumanos aunque fue el Betis quien tuvo la primera ocasión clara, con un disparo peligroso de Varela a los dos minutos que se marchó fuera.
En un estadio absolutamente abarrotado por una hinchada ruidosa, el Betis jugaba sin complejos y, lo que era más positivo, sin la deprimente imagen que viene ofreciendo en Liga. Sin embargo, el Steaua esperaba a la contra, con Nicolita en la media, y el velocísimo y máximo goleador local, Iacob, en punta, como constantes amenazas para el portal hoy defendido por Doblas.
Y fue así, en un contragolpe, como el propio Nicolita pudo adelantar a su equipo en el minuto 12, tras controlar mal un balón largo que superó a Doblas, pero que Luis Fernández salvó cuando ya se cantaba el gol. La respuesta llegó en un tiro cruzado de Robert a media altura, que se paseó por la línea de meta rumana.
El Betis no le perdía la cara al encuentro, ya que controlaba la pelota e incluso, por momentos, jugaba con tres hombres en ataque, pero con la misma escasa pegada que viene siendo habitual. El Steaua, por su lado, tampoco rompía su dibujo, pensado para servir el esférico sobre Iacob, siempre atado en corto por la defensa heliopolitana, o bien para cobrar ventaja en las jugadas aéreas.
Un cabezazo de Dica a centro desde la izquierda de Nesu, y una internada de Nicolita que atajó bien Juanito cerraron la primera mitad. En la reanudación, el Betis salió con claras intenciones ofensivas, aunque fue una vez más Nicolita quien tuvo en sus botas el tanto, aunque el cuero se fue alto.
El choque se convirtió, con el paso de los minutos, en un intercambio de golpes y entonces, por fin, apareció Joaquín para servir a Edu y que el defensa Goian conjurará el primer tanto sevillano. Pero la opción más nítida fue para Juanito, en su gran especialidad, el remate de un córner, que rozó la escuadra rumana en el minuto 59.
En el tramo final del partido, el Steaua acusó el hecho de que su Liga está parada desde diciembre, ante un rival mucho más rodado en el plano físico. Eso no impidió que Doblas tuviera que lucirse en un tiro con mucho 'veneno' de Radoi. En fin, con la 'pólvora' de sus delanteros mojada, rumanos y sevillanos optaron por conformarse con el empate, con lo que la eliminatoria se decidirá en Sevilla.
EL LILLE COMPLICA EL SUEÑO EUROPEO DEL SEVILLA
Por su parte, el Lille ganó (1-0) al Sevilla en la ida de octavos de final de la Copa de la UEFA y complica el sueño europeo de los hispalenses, que tendrán que ganar la semana que viene, en la vuelta, si quieren pasar, por primera vez en su historia, a los cuartos de final de esta competición.
Las formaciones de salida guardaban sorpresas, porque en el Lille su gran figura, Odemwingie, se quedó fuera del once inicial al igual que ocurrió con Saviola en el Sevilla, por quien entró Luis Fabiano.
Pronto quedó claro que los galos apostaban por aperturas rápidas y llegadas al área desde una segunda línea, con Moussilou, que ya le marcó a los sevillista el año pasado, en la anterior ocasión en que ambos jugaron en esta misma competición, como constante peligro auxiliado por la velocidad de Keita y Makoun.
Sin embargo, los de Juande Ramos no estaban dispuestos a dejarse amilanar y Kanouté avisó pronto, en una jugada en la que se quedó sin ángulo cuando ya había regateado al portero.
El Lille, que no encaja un gol en su campo desde hace un mes, es un equipo con un tremendo equilibrio, entre su juego defensivo y ofensivo. Pero la suerte también juega y, al cuarto de hora de partido, el palo izquierdo del portal sevillista evitaba el 1-0 cuando Moussilou superó por alto la defectuosa salida del meta Notario.
De todos modos, Kanouté seguía metiéndole el miedo en el cuerpo a la zaga local. Pero la fortuna que le sonriera antes al Sevilla se volvió en su contra, en un córner botado por Dernis con mucho efecto que, ayudado por el viento y por la indecisión de Notario, acabó en gol olímpico (min. 24). El Sevilla no se vino abajo y replicó pronto, por medio de Luis Fabiano, al que una mano milagrosa del meta Sylva le 'robó' el 1-1.
En una dinámica de toma y daca, con la primera mitad casi finiquitada, Kanouté ampliaba sus ya conocidas cualidades y, convertido en improvisado defensa, salvaba el 2-0 a falta botada por el ubicuo Dernis. La diferencia la marcaba el mayor acierto ante el gol de los franceses porque el Sevilla no había jugado del todo mal.
En la reanudación, todo siguió con la misma tónica. Kanouté, protagonista indiscutible en el Sevilla, erraba una nueva oportunidad que envió alto. Ello, unido a la escasez productiva de Luis Fabiano, decidió a Juande Ramos a meter toda la 'artillería' en liza, y cambiar al carioca por Saviola, que evidenció su bajo momento de forma en los cuarenta minutos que estuvo sobre el campo.
El Lille, mientras tanto, retiró a sus dos hombres más peligrosos, Moussilou y Keita, que había sido hasta entonces una auténtica pesadilla para el lateral zurdo David Castedo. Pero nada de esto redundó en favor del Sevilla, cuyos atacantes --como hizo inexplicablemente Saviola en el minuto 73--, desperdiciaban ocasiones, ante un rival que ya esperaba para matar a la contra pero que, al final, se conformó con la renta que ya tenía.
