BARCELONA, 15 oct. (EUROPA PRESS)
El FC Barcelona se hizo con el liderato de la Liga en solitario al vencer al Sevilla FC en el Camp Nou, aprovechando la derrota del Valencia en Vigo, en un partido espectacular, muy disputado y cargado de polémicas por el arbitraje, favorable para los locales por dos decisiones discutidas y consecutivas, un gol anulado al Sevilla y un penalti para el 1-0, que marcaron antes de la media hora un duelo resuelto después por las genialidades de Ronaldinho y de Messi.
El Camp Nou registró la mejor entrada de la temporada con la asistencia de más de 91.000 espectadores para albergar un partido que no defraudó --una lástima para el resto de aficionados debido al conflicto de intereses económicos que impidió su retransmisión por televisión-- y que sitúa al Barcelona al frente de la Liga en el comienzo de una semana de grandes emociones para los azulgranas, a los que ahora les esperan las visitas consecutivas al Chelsea y el Real Madrid.
Fue un encuentro vibrante, disputado con máxima intensidad y tensión por ambos bandos desde el comienzo. En juego estaba el liderato de la Liga y también el orgullo de dos equipos que en unos meses se han convertido en grandes rivales, un Barcelona con ganas de mostrarse como campeón y tomarse la revancha por el 3-0 de la final de la Supercopa de Europa y un Sevilla dispuesto a dar otro golpe en el mismísimo Camp Nou para confirmarse como verdadero candidato al título de Liga.
Un par de decisiones arbitrales consecutivas y determinantes, ambas favorables al Barcelona, acabaron de animar el partido cuando aún no se habían disputado 25 minutos y enrabietaron al Sevilla, que en apenas dos minutos vio como le anulaban un gol de Escudé por una supuesta falta sobre Motta, al que ganó en el salto para marcar de cabeza tras un saque de esquina, y justo después cómo le señalaban un dudoso penalti en contra por una caída de Belletti ante una entrada del propio Escudé.
Ronaldinho no falló en el lanzamiento y puso el 1-0 para el Barça. Se esperaba el resurgir del brasileño, muy cuestionado en este comienzo de temporada, y llegó. Se le vio con muchas ganas desde el principio y recuperó su papel de líder en la primera gran cita en la Liga, en la que, además, Rijkaard había sentado a Deco, lo que dejaba al Barcelona sin tres pilares de su juego al sumarse el portugués a las ausencias del lesionado Eto'o y de Puyol, reservado para Stamford Bridge y el Bernabéu.
Gudjohnsen, Messi y Ronaldinho formaron la línea de ataque de un Barcelona que presentó como principal novedad la alineación de Xavi, Iniesta y Motta en la media para enfrentarse al Sevilla, que se presentó con su once de gala y que, basado en su disciplina táctica y su peligro en las acciones al contragolpe, volvió a crearle muchos problemas a los azulgrana. Del equipo andaluz fueron las primeras ocasiones claras. Además, no se arrugaron cuando el partido se puso de cara para el Barcelona.
Justo antes del gol anulado a Escudé, Valdés ya había tenido que emplearse para evitar el tanto sevillista en un remate de Luis Fabiano, mientras que los locales apenas lo intentaron con un par de disparos lejanos hasta el 1-0. El Sevilla se mantuvo entero tras los dos minutos que le pusieron por debajo en el marcador: en el 34, Valdés salvó sobre la línea un remate de cabeza de Renato y en el 38 llegó el empate con el gol de cabeza de Kanouté que culminó una gran combinación con Renato y Navas.
RONALDINHO RESURGE Y MESSI SENTENCIA.
Por juego y ocasiones, el equipo de Juande Ramos mereció llegar al descanso con al menos un empate, aunque un minuto después del gol de Kanouté, nuevo 'pichichi' provisional de la Liga, que ya suma cinco dianas y deja atrás a Eto'o y a Villa, apareció Ronaldinho para reivindicarse ante el público del Camp Nou y firmar el 2-1 con un sensacional lanzamiento directo de falta desde el borde del área que sorprendió a Palop. Pero aún quedaba medio partido por delante.
El Sevilla demostró nada más comenzar la segunda parte que ni mucho menos se iba a dar por vencido y salió al ataque, aunque el duelo rebajó la intensidad y emoción del primer tiempo. El Barcelona trataba de sentenciar, aunque seguía sin llegar con claridad en ataque, donde Gudjohnsen actuaba casi siempre como pivote para intentar facilitar la llegada de otros jugadores, y eran los sevillistas quienes se acercaban con mayor peligro al área rival, aunque acabaron desquiciados.
A poco más de un cuarto de hora para el final, el Barcelona volvió a salir beneficiado de una decisión arbitral al no señalarse penalti por un derribo de Márquez sobre Kanouté, en una acción que acabó de indignar a los sevillistas, que se cargaron de tarjetas por protestar durante todo el partido --entre ellas la expulsión de Juande Ramos--. Y a diez minutos para la conclusión, un golazo de Leo Messi acabó con las opciones del Sevilla.
Rijkaard había sustituido a Ronaldinho, que se ganó la ovación del público, para dar entrada a Giuly en busca de un revulsivo y entonces, en una extraordinaria jugada individual, llegó Messi, se coló entre la defensa y picó el balón para superar la salida de Palop y liquidó el partido, seguramente el mejor del año en el Camp Nou. Después le llegó la oportunidad a Saviola, que estuvo a punto de marcar, y los 'olés' de la afición para festejar el sufrido y valioso triunfo del Barcelona.
