MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El FC Barcelona continúa con todas las opciones intactas de cara a conquistar su tercer título de Liga consecutivo tras salir airoso y renovado de su peligrosa visita al Vicente Calderón, donde goleó por un sonrojante 0-6 a un pobre Atlético de Madrid, que ve ahora peligrar su sexta plaza.
La noche no se presentaba cómoda para los azulgranas. Valencia, ayer, y hoy Sevilla, y sobre todo el Real Madrid y su nueva demostración de épica, metían un añadido de presión a los de Frank Rijkaard, que se enfrentaban a un rival, encargado de amargarles desde hace tiempo y amenazaba con apearles del camino que lleva hacia la Liga. El campeón zanjó cualquier debate zarandeando sin piedad a su timorato rival respondiendo al resto de aspirantes.
Sin embargo, nadie habría esperado un partido tan plácido en el bando 'culé'. De hecho, a los 38 minutos, con el Barça dominando sin ocasiones claras, el marcador reflejaba un empate sin goles. Cuando Muñiz Fernández decretó el descanso, el resultado era de 0-3 y la 'final' teóricamente más complicada que le quedaba al campeón parecía resuelta.
El Atlético no había jugado tan mal para recibir tal castigo. Si bien apenas había inquietado a Víctor Valdés salvo con dos lejanos disparos (Maniche y Torres), el rival tampoco había sido netamente tan superior, pero en la primera conexión que hizo con calidad entre Eto'o y Messi, el argentino superó a Cuéllar.
A partir de ahí, todo cambió. Maniche se tuvo que marchar lesionado y mientras Maxi se asentaba y el equipo se recomponía al cambio, una salida mal medida de 'Pichu', permitió a Zambrotta hacer el segundo. El 'Atleti' se puso nervioso y antes del descuento, Eto'o marcó el tercero tras una internada de Deco en la que el portero rojiblanco tampoco estuvo demasiado afortunado.
EL BARCELONA NO AFLOJA
Bajo el diluvio, el equipo de Javier Aguirre, que volvió a dejar en el banquillo a Agüero, se fue desfigurado. Su papel de juez de la Liga ya no pesaba sobre el Barcelona y la segunda parte fue un mero trámite, fundamentalmente porque no hubo atisbo de reacción local.
El conjunto azulgrana, sin enemigo, controló sin problemas el juego, sin perder de vista la portería de un Atlético de Madrid, que, en cambio, no veía a Víctor Valdés. Otra conexión en los últimos doce metros, permitió a Ronaldinho unirse a la 'fiesta'.
El 'Atleti', con Fernando Torres desconectado entre Puyol y Thuram y lejos de ser la 'bestia negra' azulgrana, siguió con la mente en el minuto 39 donde Messi había empezando una sonrojante goleada, cerrado por el propio 'Pulga' e Iniesta. El Barcelona recuperó la autoestima perdida en el Camp Nou hace una semana y el Atlético perdió algo más que la lograda en Getafe.
