MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El técnico del Espanyol, Javier Aguirre, calmó la euforia de su equipo tras conseguir sacar un punto del Santiago Bernabéu (2-2) en la decimosexta jornada de Liga BBVA, al afirmar que sólo "es un paso" más hacia el objetivo de salir del descenso, donde aun continúan inmersos.
"La verdad es que esto es un paso, nada más. Tampoco ganamos. Seguimos penúltimos. El examen viene en mayo cuando digan si Javier Aguirre ha cumplido con el examen o no. Tenemos que mejorar ofensivamente. Es un aspecto detectado y que se puede trabajar. La autoestima se ha reforzado. Estamos jugando bien pero no bonito", afirmó el técnico haciendo una exhausta radiografía de su equipo, que solo empata desde su llegada.
Respecto al partido, reconoció haber sufrido durante el encuentro, y se desentendió con el término de justicia en el resultado, ya que es difícil de valorar. "La justicia en el fútbol es difícil de valorar. Me da alegría por los muchachos, que corrieron, lucharon e hicieron un par de goles", dijo, antes de reconocer que si "el Madrid hace cinco goles nadie hubiera dicho nada". "Planteamos el partido de la forma que mas nos interesaba", agregó.
Sobre la sustitución de Wakaso antes del descanso, afirmó que se trataba de una manera de evitar el riesgo de quedarse con un hombre menos. "Si no lo quito corría un riesgo altísimo de acabar con diez jugadores. La primera acción de Wakaso fue de tarjeta. Con jugadores que te encaran era una bomba de relojería", dijo el mexicano. "Hay que enseñarle un par de cosas, no es ningún secreto. Conceptos básicos que Mubarak no los ha practicado, pero no es un grave problema", apostilló.
"Samuele (Longo) es un jugador importante. Fue decisión mía dejarlo en casa. Es la parte más difícil de mi trabajo. Es cuando el jugador se siente lastimado, dolorido y que no está considerado. Samuele está entrenando de maravilla pero tuve que tomar la decisión", concluyó el técnico dando explicaciones sobre la ausencia del ariete italiano en Madrid.
