BUENOS AIRES, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los dos tantos anotados por Juan Román Riquelme en el primer partido de la fase de clasificación para la Copa del Mundo de 2010, desataron en el país argentino un aluvión de elogios hacia el jugador del Villarreal.
Apartado del club por sus diferencias con Manuel Pellegrini, Riquelme fue también el principal centro de las iras de la afición albiceleste tras la derrota del combinado nacional argentino en el pasado Mundial de Alemania 2006.
El mediapunta argentino llevaba tres meses sin jugar un partido oficial, el último de ellos precisamente defendiendo la elástica albiceleste. Sin embargo, sus dos goles de falta directa frente a Chile, hicieron olvidar de un plumazo todas las críticas.
"La rebeldía está oculta en su talento. Riquelme, un hombre que se acostumbró a eludir la indiferencia, fue la gran figura de Argentina", apuntó el diario de La Nación en su edición dominical. "Encuentro mágico entre Riquelme y el público argentino en el Monumental", tituló por su parte el Clarín.
Pese al prolongado periodo de inactividad, Alfio "Coco" Basile decidió dar su confianza al bonaerense, casualmente para disputar un partido frente a la Chile de Marcelo Bielsa, que durante su etapa como seleccionador argentino apenas contó con el 10.
"Riquelme asume con algo de gracia su condición de elegido, de portador de un don singular que le permite tocar pocas y casi todas bien, jugar poco y casi siempre bien", apuntó el diario Olé, corroborando el éxtasis en el que entró Argentina con la sensacional actuación del mediapunta ante "La Roja" chilena.
