BUDAPEST, 25 May. (EP/Reuters) -
El presidente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), Joseph Blatter, ha expresado que "la confianza y la verdad regresaron" al ente regulador del fútbol mundial "cuando" los representantes de las federaciones adscritas a la FIFA le reeligieron por cuarta vez consecutiva como gestor de los designios de dicho deporte.
El suizo, de 76 años, fue reelegido por cuarta vez consecutiva hace un año. Entonces, tras reforzarse en el cargo por mayoría absoluta debido a la ausencia de una candidatura rival, las voces más críticas y discordantes con su gestión le acusaron de soborno y de fraude electoral.
Este viernes Blatter compareció ante los representantes de las 208 federaciones que se parapetan bajo la FIFA en una conferencia anual que en esta ocasión se celebró en Budapest, donde recordó que "hace un año" dijo que "las necesidades de la FIFA no era introducir un cambio sino adaptar la organización, especialmente la dirección, a los tiempos modernos".
"Comparo nuestra institución a un barco que no siempre va sobre aguas calmadas. Estoy seguro de que con vuestra ayuda reconduciremos el barco a buen puerto, al puerto de la tranquilidad. La confianza y la verdad regresaron cuando me reelegisteis", reflexionó.
El suizo hizo una metáfora para señalar que "cuando estás sobre el terreno de juego todo resulta fácil porque están las líneas y únicamente juegas 90 minutos", pero que "desde fuera, las cosas no son tan sencillas, con más de 300 millones de personas involucradas en el fútbol". "No se puede controlar todo eso, es imposible", agregó.
En el balance anual, el suizo destacó entre los principales cambios una revisión de los estatutos de la FIFA, el haber integrado a una mujer dentro del Comité Ejecutivo de dicho ente y el haber creado el Comité Ético. "Estamos en el camino correcto porque las reformas van dirigidas a la protección del juego. así que podemos decir que estamos dando grandes pasos", apostilló.
Para finalizar, Blatter miró al futuro para reconocer que "no ha sido todo lo sencillo que esperaba" pero que confía en "el gobierno y el fútbol de Brasil" para organizar la Copa de Confederaciones en el verano del 2013 y el Mundial un curso después.
