ZAGREB, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Villarreal, Juan Carlos Garrido, comentó tras arrancar la Europa League con derrota por 2-0 ante el Dínamo de Zagreb en Croacia que "ahora quedan cinco finales, porque el rival juega como si lo fueran".
El técnico aseguró que el equipo "se va dolido por la derrota, pero hay que mantener un equilibrio ante las derrotas y las victorias". "No hemos estado acertados en la primera parte no hemos hecho juego en ningún momento, sin profundidad ni llegada", reconoció. "Tampoco se tuvo intensidad defensiva por lo que estoy muy insatisfecho de la primera parte en el rendimiento global del equipo", confesó.
Garrido considera que con el 1-0 "había posibilidad de solucionarlo, se ha apostado en la segunda por tratar de desarrollar el juego del Villarreal". "El equipo ha tenido otra cara y un aspecto fundamental ha sido la expulsión de Marcos Senna, pero me parece rigurosa. No estoy de acuerdo en el reparto de tarjetas", se quejó.
El técnico que una vez se ha producido "la expulsión, ha sido muy difícil y ellos han rematado con el segundo gol". "Quedan cinco partidos y debemos hacerlo mucho mejor para conseguir la clasificación. En el siguiente se corregirá todo esto", afirmó.
Garrido manifestó tener "rabia por haber perdido". "Hay que hacerlo mejor y se puede hacer mejor. Los jugadores salen al máximo de lo que se puede, pero en este caso no ha habido acierto en nada", se lamentó.
El técnico adelantó que el Villarreal tiene "un calendario muy fuerte porque se juega jueves y domingo y se necesita un nivel de intensidad altísimo". "Hay que sacar conclusiones para mejorar, y en el próximo partido hay que esforzarse más, jugar con más ganas y más rabia", reiteró.
