La jornada estuvo marcada por el conato de pelea entre Gravesen y Robinho
IRDNING (AUSTRIA), 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El técnico italiano del Real Madrid, Fabio Capello, entrenó los posibles sistemas de juego de cara a la nueva temporada, en la que llegó a ensayar con un sistema con tres delanteros en la punta de ataque, aunque el protagonismo lo focalizó el conato de pelea entre Gravesen y Robinho, que llegaron a las manos antes de ser separados por sus compañeros.
El roce entre el danés y el brasileño fue fruto de un entrada del primero sobre el carioca, quien intentó responderle con un puñetazo. Antes de la respuesta de Gravesen, los demás jugadores lograron separar a ambos futbolistas. A su vez, el técnico italiano decidió que los dos se fueran a los vestuarios, por lo que no terminaron el entrenamiento.
En cuanto a lo estrictamente deportivo, el cuerpo técnico experimentó con un 4-4-2 y con un 4-3-3 con la presencia, por primera vez, de Van Nistelrooy en un once inicial. Además, fue el primer entrenamiento con Pedja Mijatovic, director deportivo, y con Franco Baldini como testigos de excepción.
La lluvia acompañó al ensayo, que fue puramente táctico, y en el que Capello formó diferentes alineaciones, en busca de la más efectiva. El entrenador transalpino quiso que los jugadores se mantuvieran altamente concentrados en los ejercicios, donde destacaron los de presión.
Capello volvió a colocar la línea defensiva muy adelantada, entrenó los movimientos en bloque de los equipos, y pidió a los delanteros que buscarán la espalda de la defensa. Los dos equipos jugaron con sistemas diferentes para reforzar el estilo del equipo (4-3-3 ó 4-4-2).
Por otro lado, los descartes del técnico italiano parecen estar cada vez más claros, ya que dejó a seis futbolistas haciendo un trabajo paralelo: Balboa, Jurado, Juanfran, Rubén, Borja y Diogo, quienes trabajaron junto a Italo Galbiati y el preparador físico, Massimo Neri.
