BARCELONA, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del FC Barcelona, Frank Rijkaard, rechazó hoy el favoritismo de su equipo en la Liga de Campeones, en la que los azulgrana defienden el título, y manifestó su desconfianza respecto al partido de mañana ante el Levski Sofía búlgaro, ante el que puso como referencia el encuentro de hace dos temporadas ante el Celtic de Glasgow en el Camp Nou (1-1) en una liguilla en que el Barça acabó como segundo de su grupo por detrás del AC Milan.
Rijkaard aludió a aquel partido para resaltar la importancia de ganar todos los partidos en casa y de no descuidarse ante rivales teóricamente inferiores ya que, hace dos años, el Barça había ganado al Milan en el Camp Nou, pero falló ante los escoceses y pasó la primera fase como segundo de su grupo, en el que también se encontraba el Shakhtar Donetsk, por lo que tuvo que jugar fuera de casa el partido de vuelta de los octavos de final ante el Chelsea, que supuso la eliminación de los azulgrana.
"De principio no creo mucho en el favoritismo porque siempre hay que demostrarlo en el campo, aunque es una realidad que, sobre el papel, la gente nos da como favoritos. Eso no se puede cambiar, es lo que hay, pero no debe influir en nuestra mentalidad. Debemos prepararnos para jugar un buen partido y nuestro punto de referencia debe ser el partido ante el Celtic, con el que empatamos en casa, en un mismo año en que ganamos al Milan", explicó.
"Son las cosas raras que pasan en el fútbol. Si das por hecho que vas a ganar un partido, te equivocas. A menudo, partidos como éste son los más complicados si no estás con la mentalidad correcta", prosiguió el entrenador barcelonista, que destacó que los jugadores del Barcelona deben "tener una buena ,mentalidad y salir a por ellos". No obstante, también reclamó "todo el respeto para el rival, que se lo merece", pese a que apenas se refirió a las virtudes del Levski.
Rijkaard, por otra parte, se mostró satisfecho respecto al actual momento del Barcelona, que ganó su último partido ante Osasuna por 3-0, y en concreto respaldó a la defensa del equipo, objeto de críticas en este comienzo de temporada. En este sentido, subrayó que ha sido "la defensa de la Liga española con menos goles encajados los dos últimos años", aunque reconoció que han encajado goles en jugadas de estrategia en que sus jugadores podían haber estado "más listos".
El entrenador del Barcelona tiene disponibles a todos los jugadores para recibir al Levski, por lo que debe descartar a cuatro jugadores, algo que reconoce que es complicado, "pero forma parte del trabajo", dijo. Además, se refirió a su plan de rotaciones de jugadores, que ante Osasuna supuso la suplencia de Carles Puyol en beneficio de Lilian Thuram, y asumió que uno de sus "objetivos" esta temporada es "contentar a todos, aunque es muy difícil".
Por último, reiteró sus elogios a la directiva del Barcelona por el acuerdo alcanzado con Unicef, por el que su equipo estrenará mañana las camisetas con el logotipo de la agencia humanitaria en el pecho.
"Todos nosotros estamos muy contentos con el que trabajo que ha hecho el club y con esta forma de publicidad en la camiseta, que es algo que no se ha visto en el mundo del fútbol. Es un gesto muy generoso y ojalá muchas empresas y otros clubes deportivos sigan el ejemplo", comentó.
