MEXICO DF, 14 Dic. (EP/Reuters) -
El Monterrey conquistó anoche el tercer título de su historia al alzarse como campeón del torneo Apertura del fútbol mexicano, tras ganar 1-2 al Cruz Azul en la vuelta de la final y después de su títulos en México'86 y el Clausura 2003.
Los "Rayados" de Monterrey se proclamaron campeones con un marcador global de 6-4 tras el triunfo conseguido en casa en el partido de ida por 4-3.
El equipo "fue perseverante, paciente, con mucha mentalidad y temperamento, tiene mucho mérito". "Creo que hoy trabajamos las tres partes, directiva, cuerpo técnico y jugadores. Haber hecho la hombrada a domicilio es muy digno", expresó Víctor Vucetich, técnico del Monterrey.
Los goles del triunfo fueron anotados por Aldo de Nigris y el chileno Humberto Suazo, mientras que Alejandro Castro marcó para el Cruz Azul. "Me siento muy orgulloso de haber logrado un título fuera de mi país y eso es gracias a todo el esfuerzo de mis compañeros, se formó una linda familia que se vio reflejado con el título", dijo Suazo, quien agregó que tratará con la directiva su posible salida a un club de Europa.
La "Máquina Celeste" de Cruz Azul comenzó dominando el partido y tuvo la primera opción clara de anotar a los 3 minutos, cuando César Villaluz estrelló su disparo en el travesaño. Nuevamente el poste evitó el gol del equipo local a los 18 minutos cuando Fausto Pinto disparó desde fuera del área, pero el balón rozó el travesaño y salió por arriba. Un minuto después, el argentino Emanuel Villa mandó desviado su remate de cabeza cuando se quedó sólo ante la portería.
En la primera llegada de peligro de Monterrey, De Nigris abrió el marcador a los 55 minutos cuando remató con la cabeza un pase de Suazo, ocasionando la algarabía de los casi 2.000 aficionados que viajaron desde la norteña ciudad de Monterrey.
Suazo estuvo cerca de aumentar la ventaja a los 76 minutos con un disparo cruzado que desvió el portero Jesús Corona. El empate para el Cruz Azul llegó a los 78 minutos en una jugada de tiro de esquina que Castro remató con la cabeza, reviviendo la esperanza de los 33.000 seguidores que asistieron al estadio Azul de la Ciudad de México.
Pero Suazo acabó con sus ilusiones al minuto 90, cuando definió sobre la salida de Corona tras un largo pase. "Mi hermano es mi ángel y estará siempre toda la vida, la verdad que fue algo indescriptible", señaló Aldo De Nigris, hermano de Antonio, quien a mediados de noviembre murió de un infarto cuando militaba Larisa griego.
