Los galenos aseguran que es "difícil, por no decir imposible, jugar tan siquiera unos segundos con el cruzado completamente roto"
BILBAO, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los servicios médicos del Athletic Club salieron hoy al paso de las especulaciones surgidas en torno a la lesión del centrocampista Pablo Orbaiz, llegando a desmentir al propio jugador navarro, quien ayer aseguraba que se rompió el ligamento cruzado anterior en la primera parte del encuentro del Santiago Bernabéu.
En comunicado oficial, los galenos rojiblancos afirman tajantemente que Orbaiz no se pudo 'romper' antes del descanso porque "es difícil, por no decir imposible, jugar al fútbol con el ligamento cruzado anterior completamente roto de forma aguda, no ya 15 minutos, sino tan siquiera unos segundos, como así ocurrió tras el segundo episodio", que es cuando se lesionó de gravedad y tuvo que abandonar el campo.
El cuerpo médico del Athletic recuerda que "en la parte final del primer tiempo del partido jugado el pasado domingo en Madrid", Pablo Orbaiz sufrió "un traumatismo indirecto en su rodilla derecha al realizar la impulsión en un salto", y que "tras una primera exploración en el terreno de juego inespecífica y al coincidir con el final de la primera mitad", el jugador abandonó "el terreno de juego por su propio pie".
A continuación, explica que, ya en el vestuario, "el doctor Paco Angulo", sometió al centrocampista "a una exploración clínica y física de dicha rodilla" que no permitió "objetivar signos directos ni indirectos de afectación de la misma". "La prueba de Lachman es negativa y el test dinámico o pívot shift es así mismo negativo. No hay signos ni síntomas de lesión meniscal y la exploración de los ligamentos laterales es también correcta", detalla.
Y destaca que al no existir "ningún signo de gravedad ni síntomas de inestabilidad, que el jugador confirma", los servicios médicos, "de mutuo acuerdo con él", deciden "iniciar la segunda mitad".
Es "en el minuto 55 del partido" cuando, según los doctores del Athletic, se lesiona de gravedad Pablo Orbaiz. El navarro sufre "una entorsis o esguince de su rodilla derecha en ligera flexión y valgo forzado (mecanismo típico de rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla), y con chasquido audible (como más tarde nos refiere el propio jugador), que le causa dolor e impotencia funcional inmediata, y que requieren que sea evacuado del terreno de juego en camilla".
"La exploración tras este accidente, todavía en el propio terreno es sugestiva de rotura del ligamento cruzado anterior, ya que presenta una prueba de Lachman positiva, como confirmamos posteriormente en el vestuario", añaden los médicos.
Como conclusión, el equipo de galenos señala que aunque "cabe conjeturar que ambas jugadas pudieran tener relación", Orbaiz "no presentaba tras el primer accidente signos ni síntomas de rotura del ligamento cruzado anterior, máxime cuando el propio jugador ya ha sufrido la misma lesión en la otra rodilla y conoce bien los síntomas de dicha rotura".
"A pesar de que no se pueda descartar, como tantas veces ocurre en medicina, que el ligamento cruzado no estuviera afectado tras el primer episodio, las pruebas exploratorias no sugerían esta lesión y por lo tanto decidimos continuar en el partido", concluye.
