MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El defensa del Real Madrid Alvaro Mejía se mostró hoy satisfecho de "poder ayudar" al equipo, después de que ante el Sevilla disputase su quinto partido esta temporada y ya no pueda salir de la disciplina blanca en el mercado invernal, deseo que había manifestado en fechas recientes.
El jugador, que apenas había disfrutado de minutos hasta la llegada de López Caro al banquillo merengue, tenía ofertas interesantes y pretendía marcharse cedido hasta final de temporada, aunque las lesiones de Woodgate, Helguera y Pavón, y las decisiones del nuevo inquilino del banquillo han cambiado sustancialmente su situación personal.
"Tenía pensado irme porque en diciembre las cosas eran distintas. Si tengo oportunidades para mí es un verdadero placer jugar aquí", comentó el canterano, que tampoco quiere olvidarse de cuál era su situación hace un mes.
"Sé que está complicado y cuál es mi rol. Pero ahora hay un hombre de la casa, que me conoce, y sé que puede confiar en mí para cuando me necesite", subrayó.
Por otro lado, Mejía destacó que en el equipo "hay muchas ganas e ilusión" por recuperar la buena senda, aunque también le pone freno y aseguró que hay que ir "pasito a pasito". "A lo mejor dentro de dos meses estaremos más cerca. Hay que avanzar como equipo, se está consiguiendo y eso es lo que nos tiene que preocupar. Son esos detalles los que hacen un buen equipo", indicó.
Mejía explicó igualmente que el cambio de la plantilla no se debe sólo a la destitución de Luxemburgo. "Es también algo de amor propio. Aunque fuera Luxemburgo el que se marchara, nosotros también teníamos la culpa. No nos gusta jugar mal y estar en situación mala con la afición", puntualizó.
