SEVILLA, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Sevilla, José Miguel González 'Míchel', comentó tras la derrota ante el Barcelona (0-2) que su equipo no consiguió plasmar en el terreno de juego "todo" lo que el equipo sevillista había trabajado "durante la semana", con el objetivo de "quitarle el balón" al equipo culé.
"No creo que la derrota sea culpa de una falta de intensidad. Hemos querido pero nos hemos equivocado y lo pagamos demasiado caro ante un equipo como el Barcelona. Ensayamos quitarles el balón y crearle problemas al rival, pero no lo hicimos. En la segunda parte hubo la misma idea y motivación, pero no tener el balón provoca un esfuerzo terrible ante un conjunto que no regala nada", explicó Míchel.
Triste por la derrota, el técnico sevillista intentó quedarse con lo positivo de la derrota. "El rival ha jugado muy bien y no hay que reprocharnos falta de actitud, y sí falta de acierto. Hemos regalado algunos balones y no hemos tenido mucha posesión, y cuando la teníamos nos la robaban pronto", señaló.
"Además, en la primera jugada, ni tan siquiera ocasión, el lanzamiento de Xavi les ha abierto las posibilidades y nosotros no hemos acertado. En la segunda mitad apretamos arriba, que era nuestra idea desde el principio, y tuvimos algunas ocasiones, pero hemos perdido muchos minutos detrás del rival", afirmó el madrileño.
Por ello, Míchel declaró tras el partido que esa falta de acierto no tiene que frenar la progresión del equipo. "Todos los jugadores quieren estar bien, pero ya sea por razones futbolísticas o físicas, no han podido desarrollar su labor. Tenemos una plantilla amplia y habrá que intentar que estén todos lo mejor posible para afrontar el partido ante el Racing", expresó.
EL TÉCNICO SEVILLISTA NO SE PLANTEA CAMBIAR EL ESQUEMA.
El entrenador del Sevilla quiso hablar también sobre el sistema al ser preguntado por si debería acumular más jugadores en el centro del campo. "No tenemos tres pivotes defensivos, y si queremos generar fútbol con profundidad, me costaría mucho ver al Sevilla así", respondió de forma rotunda.
"La situación es delicada para todos pero también lo sabe el público, que ha tenido un comportamiento excepcional. Si entendiera que el cambio del sistema fuera la solución, lo haría. Se habla de sistemas pero yo prefiero hablar de los jugadores y sus aciertos", matizó el técnico.
Además, el madrileño dejó claro que fue una pena no poder remontar el partido aprovechando el apoyo del público. "Salvaría a la afición y al equipo en la segunda parte, porque si hubiésemos aprovechado ese arreón, a pesar de la irregularidad, habríamos podido conseguir algo positivo", explicó.
Por último, Míchel comentó el estado anímico del vestuario. "Todos estamos faltos de ánimo, porque cuando un equipo está bien, los jugadores se animan mucho más. El equipo era consciente de la necesidad de ganar, pero a veces no se da y por ello no hay que restarles mérito. La situación no es irreversible y no siempre jugaremos contra el Barcelona", finalizó el entrenador.
