MADRID, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -
El defensa brasileño del Real Madrid Roberto Carlos repasó toda la actualidad madridista tras la entrada en el 2006 y apuntó de forma optimista a un cambio en la suerte del equipo para el nuevo año.
Acerca del nuevo ejercicio observó que, a pesar de que en 2005 "no nos salió nada bien", esperaba "que el año par venga bien", ya que "el ambiente dentro del vestuario está mejorando."
Y como primer plato, el Villarreal, del que dijo que habrá que "estar muy atentos" porque viene rayando a un gran nivel desde hace "dos o tres temporadas". "Va a ser un gran partido, porque el Villarreal juega y te deja jugar al fútbol", sentenció.
Por otro lado, no quiso entrar en polémicas por su descanso en Bilbao. "El míster habló conmigo, me dijo que quería darme descanso en Bilbao, y muy bien. Es una decisión de él, y yo estoy muy tranquilo", resaltó.
Respecto al cese de Vanderlei Luxemburgo no quiso pronunciarse demasiado, puesto que, como señaló, "forma parte del pasado" y "los jugadores no podemos decir nada". A pesar de ello se definió como "amigo" del ex entrenador madridista, pero insistió en que la decisión de su continuidad pertenecía al club.
En cuanto al brasileño Cicinho, Roberto Carlos se refirió a él como un jugador de garantías que "está en un gran momento" y que, además de polivalente, "es muy rápido y tiene mucha velocidad". "Puede hacer grandes cosas aquí", acentuó de forma optimista finalmente.
El lateral madridista quiso aclarar la polémica en torno a la comida de Navidad del club, donde se sentó junto a 'Zizou' y los jugadores de baloncesto, en lugar de en la mesa de los capitanes.
"No tengo ningún problema con nadie. Hablé con Raúl, con Iván, con Guti, y aclaramos el asunto. Estaba a gusto en esa mesa y no tenía por qué cambiarme ni darle explicaciones a nadie", indicó.
Por esto y otras cosas, su actual relación con la prensa no pasa por su mejor momento. "Hay algunos periodistas que se pasan un poco y eso repercute en la afición, pero estoy feliz en Madrid y en España", resaltó. "Si viene alguna oferta lo diré, pero no es momento. No me iré del Real Madrid sin ganar un nuevo título", recalcó.
Tampoco quiso dar mayor importancia al pasado incidente con Valdo en el partido ante Osasuna, tras el que se sintió "muy triste" al enterarse de su lesión y explicó sus risas por no querer entrar en el nerviosismo del enfrentamiento.
Por otra parte, el partido de mañana supondría el número 340 con el Real Madrid, superando a Di Stéfano, lo cual subrayó como "un orgullo", pese a señalar que nunca podría compararse con el mito argentino, puesto que "él lo es todo en este Club".
Por último, opinó acerca del nuevo fichaje del equipo, el italiano Cassano, que era un acierto al tratarse de "uno de los mejores jugadores del mundo" y que espera ver al jugador "que vimos en la Roma".
