El piloto mallorquín aterriza en la capital balear ante la presencia de numerosos periodistas, aficionados y moteros
PALMA DE MALLORCA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El piloto mallorquín Jorge Lorenzo, proclamado ayer campeón del mundo de motociclismo en la categoría de 250 c.c. en el circuito valenciano Ricardo Tormo, llegó esta tarde a Palma aclamado por los aficionados y los numerosos periodistas congregados a las afueras del aeropuerto de Son Sant Joan, donde el deportista aseguró que el título logrado le hará confiar "más" en sí mismo para pilotar "mejor" y "volver a machacar" el próximo año.
En declaraciones posteriores a la recepción efectuada por parte de las autoridades locales, entre ellos el director general de Deportes, José Luis Ballester, y el concejal de Deportes del Ayuntamiento de la capital balear, Rafael Durán, Lorenzo manifestó su sorpresa ante la multitud que le esperaba, "como si hubiera llegado el Rey". "El otro día dije que me sentía como el presidente del Gobierno, hoy como el Rey y mañana seré Dios", expresó sonriente.
No obstante, aseguró considerarse un piloto "normal", que intenta "hacer bien" su trabajo y "cumplir un sueño", que es el de "ser campeón y traer el título a Mallorca". En este sentido, declaró que sigue siendo "el mismo de siempre", y que intentará tratar "de la mejor manera posible a la gente, pese a que a veces es difícil ser simpático y atender a todo el mundo".
El piloto expresó asimismo que anoche, posterior a su proclamación como campeón, no soñó nada, ya que "el sueño que tenía se ha hecho real", al tiempo que agregó que la tensión acumulada a lo largo de estos últimos meses desapareció en la línea de meta. "Me siento orgulloso y feliz", subrayó Lorenzo, quien declaró que si antes "me conocía un 20 por ciento de la gente ahora es el 80 por ciento, y espero que el ser campeón del mundo los demás lo aprecien tanto como yo".
El campeón mundial en la categoría del cuarto de litro mostró su "emoción" al afirmar que los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía así como los Príncipes de Asturias también le remitieron por fax una felicitación.
En cuanto a su ascenso a MotoGp, Lorenzo recordó que aún le queda un año de contrato con Aprilia y aseveró que el próximo año el campeonato "será muy complicado", aunque matizó que "de momento, como planes a corto plazo, me centraré en ponerme pronto a trabajar y en ejercitarme en el gimnasio y en la pista para estar preparado el año que viene".
Otra de las cuestiones a las que se refirió fue la derrota de Valentino Rossi en el último GP de Valencia, al que consideró como el "mejor" piloto "con diferencia del momento y de la historia", y declaró que "en un momento clave hasta el más grande se puede equivocar". "En las carreras puede ocurrir de todo, y esto es lo bueno que tienen, porque nunca se sabe lo que puede suceder", dijo.
Por último, Lorenzo lamentó verse obligado a vivir entre Andorra y Barcelona "y no en Mallorca, donde me encuentro muy a gusto con su sol y con su playa, y adonde espero volver cuando me retire". "El trabajo me exige estar fuera pero, además de español, me siento muy mallorquín y en estos momentos me encuentro como en mi casa", sentenció.
RECORRIDO POR LAS CALLES DE PALMA
Posteriormente a la rueda de prensa ofrecida a su llegada a Palma, el piloto mallorquín accedió a un autobús descapotable con la leyenda 'Jorge Lorenzo, campeón del mundo 2006' y seguido de unos cien moteros. Desde la parte superior del vehículo, acompañado por familiares y periodistas, realizó un recorrido por las principales calles de la ciudad saludando a los aficionados, lanzando camisetas y panfletos y ondenando una bandera mallorquina.
Más tarde, Lorenzo recibió una placa conmemorativa en el Consolat de Mar de manos del presidente del Govern, Jaume Matas, quien le trasladó palabras de felicitación al piloto mallorquín por la labor realizada a lo largo del campeonato y por el título conseguido. Una cena institucional en el Real Club Náutico de Palma, bajo la presencia de equipo técnico, autoridades, patrocinadores y periodistas, concluirá la jornada de celebraciones.
