BARCELONA, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El director general del FC Barcelona, Joan Oliver, salió esta misma mañana en rueda de prensa tras hacerse pública la investigación a cuatro de los vicepresidentes del club, por parte de una agencia catalana de detectives tras encargo de él mismo, y comentó que la intención no era "espiar", sino "proteger" a los directivos.
"No queríamos espiarles, sino protegerlos. La prueba de que no hay nada que indique que es irregular u ofensivo por parte de nadie es que hoy se ha hecho público y no ha habido actuación alguna por parte de nadie", manifestó el director general.
Según publica hoy 'El Periódico de Catalunya', Oliver habría contratado el pasado abril, sin permiso de los investigados y a espaldas del presidente del club, Joan Laporta, a unos detectives para que hurgaran en la vida privada y profesional alguna cosa que se pudiera utilizar en su contra durante el proceso electoral, y es que tanto Joan Boix, Joan Franquesa, Rafael Yuste y Jaume Ferrer aspiraban, entonces, a encabezar la candidatura continuista de la junta actual.
En cambio, Oliver explicó que fue Franquesa quien pidió al club que verificara si era objeto de una investigación externa al club. "El origen es que en el primer trimestre, en marzo, el vicepresidente Joan Franquesa se dirige al club para decirnos que tiene indicios de que está siendo investigado, y nos pide por favor que verifiquemos su situación de seguridad".
"Dados los antecedentes de seguridad el club, tema amenazas al presidente, robos de ordenadores y otros accidentes, y dado que la seguridad es muy importante para el club, nos pareció que la petición era razonable y tenía sentido extenderla a otros vicepresidentes, los señores Boix, Ferrer y Yuste", comentó al respecto Oliver.
Así pues, se encargó una "auditoría de seguridad" a una empresa, con "discreción". "A primeros de abril tenemos el resultado de la auditoria de seguridad, y se comparte con los cuatro vicepresidentes, que finalmente queda en sus manos el resultado. Han pasado seis meses, fue un proceso normal, dentro de las muchas cosas de seguridad que nos vemos obligados a hacer. Fue un hecho más, sin trascendencia", añadió.
Sin embargo, 'El Periódico' lo enmarca en el futuro proceso electoral, algo que Oliver certificó en parte. "Esto pasa poco después de que el vicepresidente primero Alfons Godall dijera que no tenía intención de seguir en el club tras la marcha de Laporta, y el resto de vicepresidentes adquieren una relevancia pública que hace que puedan ser sensibles desde el punto de vista de la seguridad. En este sentido, sí es en clave electoral, porque tienen un papel mayor", matizó.
Por su parte, Joan Laporta no quiso hacer ninguna declaración al respecto. Antes de entrar a la misa en conmemoración del 52º aniversario del Camp Nou, el presidente evitó hablar ante la prensa de manera pública.
EL COSTE DE LA OPERACIÓN, 56.000 EUROS.
Preguntado sobre el coste de la auditoría, Oliver no escondió que se destinaron 56.000 euros a la operación, sólo un 1 por ciento del presupuesto para seguridad, que es de 4 millones de euros. "Para que conozcáis por qué tenemos una cifra tan grande, es que de un lado está la seguridad de personas, marca, institución y datos, y la otra es todo el tema de seguridad de instalaciones. Hacemos muchos eventos públicos, y desde el punto de vista de seguridad tenemos una situación compleja", explicó.
Por último, quiso dejar claro que no se espió a los vicepresidentes. "Básicamente, la auditoría consiste en verificar las informaciones que hay en los registros y lugares públicos sobre una persona y en preguntar en diversos ambientes si hay una información relevante sobre la persona. Sobre todo hay que aclarar qué no es, y es que no contiene ningún seguimiento a las personas, no contiene ninguna actividad relacionada con las comunicaciones -teléfonos, correo...--", concluyó.
