MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid superó con dificultades al Liga de Quito (4-2) para citarse el viernes con la Juventus de Turín en las semifinales de la Peace Cup, una seudo competición que engrosa la pretemporada blanca y no apta para conclusiones aunque los primeros juicios de valor sobre el equipo de Chamartín no sean muy positivos.
Los de Pellegrini encontraron los goles en el segundo acto, después de un primero de tanto dominio y posesión como falta de profundidad para dañar la férrea y poblada estructura defensiva del Quito.
El mejor detalle de un Madrid errático, impreciso y sobre todo sin ofrecer un patrón del juego que pretende esta temporada, más allá del toque y la posesión que se le presume a un equipo 'grande' que juega en su estadio ante un equipo como el Liga de Quito, se produjo nada más iniciarse la segunda parte.
Cristiano Ronaldo protagonizó la primera muestra de su calidad, con un recorte, con bicicleta de por medio, para penetrar en el área y ser derribado. El luso transformó la pena máxima decretada, su primer gol como madridista, y lo celebró con gesto de rabia, alzando el puño en señal de orgullo y satisfacción.
Ronaldo había ocupado banda derecha y Robben, el flanco izquierdo. El holandés de cristal evidenció su desborde y también su fragilidad porque se marchó a los vestuarios después de sufrir un golpe en el triceps sural de la pierna izquierda. Guti y Gago llevaron el mando, pero las imprecisiones fueron muchas y la velocidad de circulación nula. El resultado fue chocarse constantemente con el muro del Quito.
El tanto del 'nueve' blanco en la segunda mitad permitió que el partido girase y el encadenamiento que sufrían ambos equipos se aflojase. Además Granero aprovechó un mal rechace del portero visitante para hacer el segundo y mostrar su curiosa dedicatoria cuando bate las porterías rivales.
Con 2-0, el Real Madrid, sin continuidad y deslabazado, evidenció sus problemas en defensa y a balón parado. Un córner y un gol de Vera, que estrechó el marcador. Metzelder lo amplió también tras saque de esquina, pero de nuevo Vera situó el segundo en el casillero del Quito para recortar distancias.
Pasó algún apuro el equipo blanco, que perdió también a Benzema, lesionado con un golpe en la tibia. Entraron Raúl, Drenthe y Negredo, y el delantero de Vallecas enseñó lo mejor que sabe hacer, rondar siempre el peligro. Sus intervenciones fueron siempre significativas y suyo fue el gol, a pase por cierto de Drenthe, que completó el triunfo madridista.
