PAMPLONA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Sevilla firmó su primer empate de la temporada en el Reyno de Navarra ante Osasuna (1-1), frenando la sangría de tres derrotas consecutivas que acumulaba en Liga, pero mostrando de nuevo demasiadas dudas defensivas que le impiden su resurgir en un campeonato que se les escapa paulatinamente.
El cuadro hispalense consiguió igualar un partido, correspondiente a la segunda jornada del campeonato y aplazado en su día por el fallecimiento del jugador Antonio Puerta, en el que durante muchas fases estuvo contra las cuerdas, especialmente a la media hora de juego cuando el capitán rojillo, Patxi Puñal, corría para lanzar una pena máxima con 1-0 en el marcador.
Palop evitó el segundo tanto local, con una acertada manopla, y permitió al Sevilla creer que todavía quedaba partido. Su bagaje a domicilio, paupérrimo, con una sola victoria -ante el Levante-, se justifica principalmente por su balance defensivo. Una nueva muestra fue el tanto de Plasil, el segundo consecutivo tras el anotado, de bella factura, ante el Deportivo.
Un balón blandito de Juanfran desde el flanco derecho, aunque con intención al corazón del área, lo remató Plasil entre las piernas de Palop ante la candidez del joven Fanzio y de toda la defensa sevillista. De nuevo contracorriente nadaba el equipo de Manolo Jiménez.
El penalti errado por Osasuna le dio una nueva vida al Sevilla y sobre todo el inicio de la segunda mitad, en la que un gran pase de Duda lo remató a la red Jesús Navas. El partido se equilibró en el tanteo y por momentos en el juego, pero al Sevilla le falta esa velocidad que imprimía los años anteriores y que le convertía en imbatible.
La medular andaluza ya no funciona con la precisión deseada, pese a la imponente figura de Keita, y también echó en falta la baja de Kanouté porque Koné sustituye su alargada figura, pero no su fino talento. Al Sevilla le faltó empuje para luchar por el tanto de la victoria, aunque lo acarició en la última jugada del partido con un disparo al travesaño de Duda.
Un empate balsámico, pero insuficiente para los anhelos de crecimiento del Sevilla, que sigue más cerca del descenso que de las posiciones de privilegio mientras que el Osasuna, en idéntica situación, aunque con menos responsabilidad, sigue atascado en su estadio, donde no gana desde el pasado 10 de octubre ante el Villarreal.
