BARCELONA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
El FC Barcelona logró una abultada victoria que le acerca nueve años después a la final de la Copa del Rey tras superar en el Camp Nou al Getafe (5-2), en un partido auténticamente copero que había definido un soberbio Messi en la primera mitad, pero en el que se sublevó el equipo madrileño tras el descanso con dos goles en apenas un minuto.
El conjunto azulgrana, no obstante, no se inquietó en exceso cuando el Getafe recortó distancias y pudo redondear la magistral actuación del jugador argentino con dos nuevos tantos en la segunda mitad, obra de Gudjohnsen a la salida de un córner, y de Eto'o.
El equipo de Bernd Schuster salió vapuleado de la primera mitad, pero mostró nuevos bríos tras el descanso, especialmente con la salida de un desequilibrante Guiza, y estrechó la enorme distancia entre ambos conjuntos aunque sólo momentáneamente porque un Barcelona vistoso, y repleto de calidad individual, recompuso la figura y está muy cerca de seguir optando al 'doblete'.
Hasta que la magia de la Copa transformó el guión en una frenética segunda mitad, el argentino Lionel Messi había acaparado los 'flashes' con una nueva actuación estelar, a la altura de la ofrecida en el 'clásico' ante el Real Madrid.
El 'pequeño' jugador azulgrana había doblegado la resistencia de un débil Getafe con dos goles, el primero de ellos increíble. Messi protagonizó un gol de bandera a la media hora de juego, recordando inevitablemente al que su compatriota Diego Armando Maradona consiguió ante Inglaterra en el Mundial de 1986.
El argentino arrancó desde la medular, dribló a dos contrarios con un caño y se lanzó irremediablemente hacia la portería defendida por Luis García. Messi, en su eslalon, se deshizo con aparente facilidad de otros dos defensas, Alexis además le dejó pasar dentro del área y una vez allí esquivó la salida de Luis García con la zurda y remachó a la red con la diestra.
Toda una demostración del poderío futbolístico que atesora este argentino, que sigue creciendo a la sombra de Ronaldinho y Eto'o, pero dispuesto a emerger como la nueva figura del balompié mundial en los próximos años. Su primer gol nubló el segundo, en el que recibió un pase de Deco para amagar con su pierna izquierda y situar con insolencia el balón en la red.
Messi había encarrilado la clasificación del FC Barcelona para la final de la Copa del Rey, aunque el paso previo lo había dado Xavi al cuarto de hora, después de un control orientado magnífico. Las facilidades del Getafe, una sombra del equipo aguerrido que transita con holgura por el campeonato doméstico, y las 'divinidades' azulgranas transformaron una eliminatoria disputada en un paseo militar para los locales.
SCHUSTER RECURRE A GUIZA
Schuster recurrió a Guiza para intentar salvar el honor y el jerezano aportó lo suyo para que el Getafe soñara con la final de Copa durante unos minutos. Dos zarpazos, uno del propio Guiza, y otro de Nacho, después de una jugada por banda del jerezano, acercaron al Getafe en un momento.
El cuadro azulón, de la nada, obtuvo dos goles que parecían devolverle a la eliminatoria, pero la defensa de los madrileños, una de las más seguras del campeonato, no pudo contrariamente hacer frente a los nuevos argumentos ofensivos esgrimidos por el FC Barcelona.
En cinco minutos, el conjunto de Rijkaard devolvió a la realidad al Getafe. Primero, a la salida de un córner, con Gudjohnsen de ejecutor e instantes más tarde gracias a Eto'o, retratando al pretendido Alexis.
El FC Barcelona culminaba así un partido en el que fue superior, en el que se aprovechó de las debilidades defensivas del Getafe y que mostró la inagotable calidad de sus futbolistas, especialmente de aquellos como Messi que están dotados para que su nombre sea recordado en la historia futbolística.
