ESTOCOLMO, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Dos errores defensivos pusieron aún más en entredicho la continuidad de Luis Aragonés como seleccionador nacional, tras la derrota, por 2-0, contra Suecia en Estocolmo de España, que mostró dos versiones muy distintas en la primera parte y en la segunda, con la entrada de Iniesta y el debutante Puerta.
La segunda derrota consecutiva del grupo de Aragonés en tan sólo tres jornadas de la fase de clasificación complican aún más el futuro de la selección para lograr el pase para la Eurocopa de 2008 y alimentarán el debate sobre la marcha de Aragonés, ya que hasta marzo ante Dinamarca no volverá a jugar la selección.
España acabó enredada en sí misma. Abusó del toque excesivo, fue lenta en la elaboración y parecía afectada por el 'síndrome Raúl' en el arranque de un encuentro frío, donde los suecos le dejaron la iniciativa con el fusil entre los dientes para armar el contraataque en busca del islote Elmander.
El delantero del Toulouse fue un incordio en la primera parte para la zaga nacional, que parecía igualmente afectada por una crisis de nervios y donde Juanito y Puyol eran un manojo de nervios. Fue en una pérdida de balón y la indecisión del dúo de centrales donde se gestó el 1-0 anotado por el incisivo Elmander.
El delantero sueco tan sólo necesitó un balón vertical entre la defensa española para batir por bajo de un tiro cruzado a un inédito Casillas. Un enorme borrón que echó por los suelos la autoestima que parecía empezar a construir el equipo nacional a base de toque y toque.
De hecho, España acusó el golpe hasta el descanso, ya que no se asomó por la portería de Shaaban más que en un par de detalles de Villa e, incluso, no dispuso de ningún córner en su casillero estadístico.
INIESTA Y EL 2-0
La entrada en escena de Andrés Iniesta por el ex azulgrana Cesc Fábregas, desaparecido en el encuentro y que no llegó a conectar con Fernando Forres ni el asturiano del Valencia, dio otro aire a la selección, que se echó encima del marco nórdico y se aproximó al empate.
La igualdad parecía ser cuestión de tiempo, pues la segunda parte fue un monólogo por la banda izquierda, donde el sub'21 Puerta sumó mucho peligro y llegaron las mejores opciones de peligro españolas.
Una asistencia de Iniesta a Angulo rozó el poste; Torres disparó a bocajarro, igual que Villa y Juanito desvió por encima del larguero un tiro libre cuando Aragonés, ya angustiado en el banco, creía que podría respirar un tanto más aliviado.
El empate pudo llegar también en un testarazo de Puyol, inseguro como nunca acostumbra, que un defensa sueco sacó bajo palos -podría, incluso, haber superado la línea y ser un 'gol fantasma- y provocó la protesta de la defensa hispana, desprevenida y sacudida en la contra que supuso el definitivo 2-0.
El contragolpe fue un canto al fútbol de siempre: apertura a la banda derecha, centro al interior del área, amago de disparo de Allback a Casillas y Puyol, ambos tirados en el césped, y recorte para cantar el tanto del triunfo.
A Suecia no le hizo falta mucho para acabar con España, presa de su tensión, del debate sobre la ausencia -diez años sin el 'siete' (hoy en la espalda de Villa)- de Raúl y las polémicas declaraciones de Joaquín, y del entorno.
De la comparación con el baloncesto se pasó a la discusión sobre la presencia del capitán del Real Madrid. De la derrota en Irlanda, débil como parecía a priori por su derrota 0-3 en los días previos, a la de Solna. España, instalada en la bronca, busca su revolución para acabar con este mal sueño y despertarse con el billete para la Eurocopa. "Mi idea es seguir", apuntó el Sabio de Hortaleza tras la nueva derrota.
