ZARAGOZA, 7 Abr.(EUROPA PRESS)
El Real Zaragoza obtuvo hoy una merecida victoria por la mínima ante el líder, el FC Barcelona, al que ninguneó durante la práctica totalidad de los 90 minutos y al que pudo caerle una goleada mayor, con lo que suma tres puntos que le colocan momentáneamente en puestos de Liga de Campeones, a falta de la disputa del partido entre el Valencia y el Athletic de Bilbao.
El conjunto maño demostró que se pueden cosechar triunfos jugando al toque, pese a los malos tiempos 'para la lírica' que corren en la Liga. Con un fútbol ágil basado en el control del balón, el Zaragoza no sólo venció, sino que anuló al líder, al poderoso Barça, por completo durante la práctica totalidad del partido.
El conjunto local salió muy 'enchufado' desde el primer minuto. La clave del éxito de los maños estuvo en la solidez defensiva de la línea del centro del campo que propiciaba rápidos ataques, aunque claro está que la somnolencia sufrida durante gran parte del encuentro por el 'once' azulgrana también ayudó.
Con este esquema de juego, Ronaldinho apenas tocó el balón y ni Iniesta ni Xavi fueron capaces de 'construir' jugadas con un mínimo de garantías. Además, el férreo marcaje de un excepcional Diogo sobre Leo Messi en la banda terminó por anular las opciones ofensivas de los culés.
Mientras, el Zaragoza avisó al Barça de su superioridad casi de continuo con clarísimas oportunidades de gol durante la primera mitad, gracias a las facilidades que otorgaba su rival en la divisoria y lo hundida que permanecía su zaga.
El mismo Diogo, que era un seguro de vida atrás para los maños, disfrutó de una gran ocasión con un extraordinario 'chut' desde fuera del área con el cual Valdés tuvo que 'volar' para despejar espectacularmente. El uruguayo abrió el ansia de los zaragocistas y tras la suya se sucederían las oportunidades de Sergio García, Milito y D'Alessandro. Todas sin premio para los locales.
GOL DE MILITO EN LA REANUDACIÓN
Tras la reanudación el dominio del Zaragoza se hizo más discutible no por méritos de los visitantes, sino porque el ritmo eléctrico de los maños se fue apagando paulatinamente. Sin embargo, la endeble defensa barcelonista seguía poniendo en bandeja el gol de los zaragocistas. Así, tras otra clara ocasión de D'Alessandro, el propio jugador argentino sacó de sus botas el único gol del partido. Escoradísimo respecto a la portería de Valdés, el zaragocista sirvió, pegado a la línea de fondo, un centro al primer palo para Milito que un pasivo Oleguer no supo cortar y que el cancerbero del Barça introdujo en su propia meta. Corría el minuto 57.
Tras el tanto, el Zaragoza volvió a echarse arriba pero de forma precipitada y descuidando la zaga. Así, se hizo silencio en La Romareda después de que el Barça avisara a los locales del precio que podían pagar por su altanería ante el líder. La férrea línea en el centro maño de la primera parte se disipó, pero el Barça se defendía solo con indecisión, prisas y falta de tino.
Pese a todo, el Barça tuvo el empate en la palma de la mano después de que Gio desde el costado sirviese un balón perfecto a un desmarcado Messi que despejó César y cuyo rechace envió de forma inexplicable Gudjohnsen directamente fuera. Fue entonces cuando el Zaragoza, un equipo al que los finales de partido no suelen dársele precisamente bien, fue consciente de lo que se jugaba y templó el partido hasta su conclusión.
