AUGUSTA (ESTADOS UNIDOS), 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
El jugador de golf argentino Ángel Cabrera se mostró "tremendamente feliz" nada más proclamarse ganador del Masters de Augusta 2009, primer 'grande' de la temporada, en un durísimo 'play-off' en el que necesitó de dos hoyos para derrotar a los estadounidenses Kenny Perry y Chad Campbell y vivir "el momento más feliz" de su vida.
"Me siento tremendamente feliz, es una gran sensación, el momento más feliz de mi vida, no quería hacerme a la idea de que tenía el triunfo cerca para no descentrarme y que los nervios se cebaran conmigo, pero según vi como se acercaba el final y el juego de cada uno, ya vi claro que dependía de mí el triunfo más que de ellos", comentó el albiceleste, que sucede al sudafricano Trevor Immelman en el palmarés de ganadores, durante la ceremonia de imposición de su flamante chaqueta verde de ganador.
Precisamente, la prenda que distingue al ganador en Augusta sirvió a Cabrera, primer argentino y sudamericano en reinar en el Masters, para tener un recuerdo hacia su compatriota Roberto Di Vicenzo, que se quedó a las puertas del triunfo en este mismo campo en la edición de 1968 al equivocarse en la redacción de la tarjeta del domingo y anotar un par en el hoyo 17 en lugar del 'birdie' que realmente sí había materializado.
"El triunfo está dedicado en parte para él, cuando gané el US Open en 2007, me regaló un cuadro muy emotivo en el que había dibujada una chaqueta verde y me dijo que estaba seguro de que en algún momento de mi carrera, yo también lo podía ganar", comentó emocionado sobre De Vicenzo, que sí se convirtió en el primer sudamericano en ganar un 'grande' al conquistar en 1967 el Open Británico.
