MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Aleix Espargaró lideró este miércoles el dominio de Aprilia en el test de la categoría de MotoGP que acogió el circuito de Portimao, que albergará el último Gran Premio del Mundial a finales de noviembre.
El mayor de los hermanos Espargaró y su compañero Bradley Smith pudieron rodar con sus motos oficiales y el catalán marcó el mejor tiempo de la jornada con 1:40.170. El de Granollers fue el único que pudo rodar en 1:40 y mejoró incluso el récord de la pista que tenía el británico Jonathan Rea, que con una Kawasaki hizo 1:40.372 para lograr la Superpole en 2019, informó 'motogp.com'.
El piloto español demostró que la fábrica italiano sigue consolidando su proyecto y aventajó en casi un segundo a su compañero Bradley Smith (1:41.122), mientras que el 'Top 4' lo completaron el italiano Michele Pirro (1:41.654) y el alemán Stefan Bradl (1:41.726).
Este test también tenía la particularidad de que el resto de pilotos oficiales no podían rodar con sus motos oficiales ni tampoco contar con 'transpoders' en sus superbikes de carretera, por lo que no pudieron registrar sus tiempos, al contrario que los probadores, que sí pudieron trabajar con sus monturas oficiales.
Ese fue el caso de Dani Pedrosa, que puso a la KTM en quinta posición (1.42.289), o de Jorge Lorenzo, que volvió a subirse a una 'M1' ocho meses después de hacerlo en Sepang. El balear, séptimo (1:44.910) trabajó a fondo en la caja de cambios y los neumáticos, y en un 'setup' clave para los pilotos oficiales de la marca japonesa.
Yamaha fue también protagonista en el Autódromo Internacional del Algarve y Maverick Viñales firmó un tiempo de 1:43.699 con su superbike, batiendo con claridad al resto de pilotos mundialistas como Miguel Oliveira y Brad Binder, de KTM.
En cuanto al Repsol Honda, aparte de Bradl, estuvo Álex Márquez, Álex Márquez, a lomos de la Honda RC213V-S, con la que se familiarizó con el trazado portugués. Las vueltas completadas por el de Cervera le ayudaron a tener clara una dirección a seguir en el trabajo de puesta a punto de su RC213V para este fin de semana en Le Mans, indicaron desde su equipo.
"Ha sido un buen día; con tiempo estable en una pista agradable, con un buen trazado y asfalto nuevo. Ha sido divertido pilotar la Honda RC213V-S y el trazado es bastante complicado, pero creo que se podrá marcar una gran diferencia aquí", señaló Márquez.
El catalán reconoció que tiene "muchas ganas de volver a finales de año" para una carrera de MotoGP que prevé "interesante". "Pero ahora mismo mi atención está de nuevo en Le Mans", zanjó.
