PHILLIP ISLAND (AUSTRALIA), 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Julián Simón (Aprilia) logró el Campeonato del Mundo de la categoría de 125cc gracias a una sufrida victoria en el Gran Premio de Australia tras adelantar en la última vuelta del circuito de Philip Island al británico Bradley Smith (Aprilia).
El piloto nacido en la localidad toledana de Villacañas pudo saborear la victoria de un Campeonato del Mundo en una temporada en la que el manchego, que descendió de categoría después de dos años en el cuarto de litro donde apenas disfrutó con cambios de marca y de equipo, logró el dominio absoluto de principio a fin con cinco victorias y diez podios saliendo en seis ocasiones desde la 'pole position'.
Simón se subió por primera vez a un moto en un Mundial en 2002 con un Honda 'wildcard' y apenas participó en cuatro Grandes Premios sumando únicamente dos puntos, pero a partir de la temporada siguiente comenzó a disfrutar en todas las pruebas del Campeonato del Mundo comenzando a destacar en 2005, con una KTM en la que terminó séptimo al final de la temporada consiguiendo su primera victoria en el circuito británico de Donnington Park.
A partir de 2007, el toledano vivió dos años en el cuarto de litro con continuas frustraciones sin subir ninguna vez al podio en ambas temporadas debido a que no consiguió asentarse en ningún 'box', pero tras aceptar la propuesta de Jorge Martínez Aspar de descender de cilindrada para pilotar una moto oficial, el piloto de Villacañas decidió dar su gran salto de calidad demostrando grandes lecciones de pilotaje a lomos de su Aprilia.
Pero, a pesar de la gran temporada realizada, 'Julito', de 22 años, tendrá que mejorar algunos aspectos, de cara a la próxima temporada en la nueva categoría de Moto2, como la falta de concentración como se vio en la carrera de Montmeló donde celebró la victoria cuando aún faltaba una vuelta y se vio relegado a la cuarta posición.
Con esta victoria en el Mundial, España ya suma 32 títulos y Simón se convierte en el undécimo piloto en lograrlo después de una temporada 2008 en la que los pilotos españoles pasaron a un segundo plano.
