MADRID, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Mundial de Motociclismo retomará este fin de semana la acción con la disputa del Gran Premio de San Marino, decimotercera cita del calendario en la que, en la categoría de MotoGP, el español Marc Márquez (Repsol Honda) espera mantener su dominio para acercarse aún más al título.
Los pilotos acudirán con ganas al circuito Marco Simoncelli, sobre todo después de haber vivido la situación poco habitual de no correr un Gran Premio, el de Gran Bretaña de finales de agosto por culpa de una climatología que no dio tregua y que obligó a la cancelación de todas las carreras del domingo para mantener la seguridad de los participantes.
Ahora, el tiempo vuelve a ser una incógnita y la lluvia podría tener de nuevo protagonismo, de forma más 'amable' y, según los partes, sin presencia el domingo, en la vuelta a la pelea por un campeonato que está bien encarrilado a favor de Márquez, que acude a un trazado donde tanto la Honda como él han rendido bien en sus últimas visitas y en el que espera dar un paso más hacia su quinta corona mundial en la categoría 'reina'.
El de Cervera maneja, a falta de siete citas, más de dos carreras de ventaja sobre su principal rival, el italiano Valentino Rossi (Yamaha), mientras que a casi tres están ya las Ducatis de Jorge Lorenzo y de Andrea Dovizioso, lo que prácticamente deja en manos del catalán el seguir ampliando su palmarés.
El hexacampeón del mundo sabe que los riesgos no los debe tomar él y que la igualdad que hay entre el resto de pilotos le favorece para mantener o ampliar su ventaja. Márquez, con unas condiciones complicadas, ya ganó el año pasado en el Marco Simoncelli, victoria que une a la de 2015 y a la que logró en 2016 su compañero de equipo, Dani Pedrosa, un 'hat-trick' de Honda que puso fin al dominio de las 'M1' que habían sido imbatibles de 2011 a 2014.
La escudería del diapasón no sale de su mala racha y ya lleva más de un año (22 Grandes Premios) sin saborear una victoria. La última la logró 'Il Dottore' en Assen (Holanda) en 2017 y necesita cuanto antes volver a la senda del triunfo para continuar con el sueño de mantener la emoción en el Mundial.
Valentino Rossi, que en 2017 se perdió esta cita por lesión, competirá muy cerca de su casa y contará con el masivo apoyo de la afición como un plus, mientras que Maverick Viñales espera volver a estar delante tras sumar sólo cuatro puntos en sus dos últimas citas.
Además, Yamaha contará con la pequeña ventaja de haber participado a mediados del pasado mes en un test privado en Misano y donde también participó Ducati con sus dos pilotos oficiales que, más allá de recortar su gran desventaja con Márquez, pugnan por ser el mejor del año en la fábrica de Borgo Panigale.
De momento, entre ellos está todo muy apretado y Lorenzo aventaja en un punto a un Dovizioso lejos del nivel del año pasado y que tiene una victoria menos que el balear, ganador en Austria en el último Gran Premio disputado, que ya había mostrado su buena forma en Silverstone con la 'pole' del pentacampeón del mundo y que en el test fue el más rápido también.
Sin embargo, Ducati no gana en este trazado desde que lo lograse en 2007 con el australiano Casey Stoner, pero ya el año pasado subió al podio con la moto satélite del italiano Danilo Petrucci y con 'Dovi', segundo y tercero, respectivamente.
