GOTEBORG (SUECIA), 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
La prueba en la que posiblemente más expectativas había puesto el atletismo español para estos Campeonatos de Europa de atletismo de Goteborg (Suecia), los 3.000 obstáculos, dejó un sabor agridulce con la medalla de plata de José Luis Blanco, pero la decepción en la figura de Antonio Jiménez Pentinel.
Y es que la 'Armada' española se las prometía muy feliz con sus tres integrantes liderando el ranking europeo del año en la distancia y con 'Penti' como defensor de la corona continental, conseguida hace cuatro años en Múnich a la cabeza, todo ello unido a la ausencia del holandés Simon Vroemen por una indisposición, lo que despejaba mucho el camino para soñar con copar el podio.
Sin embargo una final de un Europeo siempre es algo incontrolable, abierto a cualquier sorpresa. Esta vino en la figura del finlandés Jukka Keskisalo, con el que nadie contaba, pero que acabó colgándose el oro.
Fue una carrera loca, sin nadie dispuesto a imponer su jerarquía, y eso se notó. Muy lenta desde el principio, los españoles hicieron aguas, con excepción de Blanco, a la hora de hacer la lectura táctica.
'Penti' nunca se encontró, perdido en tierra de nadie ni tuvo fuerzas para aguantar los ataques desde lejos ni para imponer su poderoso final en el último 400.
Y es que, con pasos por el 1.000 (2:56.55) y el 2.000 (5:46.28) muy lentos, Blanco fue el valiente, recogiendo luego el fruto, que se atrevió a lanzar un suicida ataque a 600 metros, sabiendo que esa podía ser su baza ganadora ante Pentinel y el francés Bouabdellah Tahri.
Por poco le salió bien ya que las fuerzas sólo le fallaron en la recta final para ceder ante Keskisalo, un oro inesperado (8:24.89), mientras que el bronce era para Tahri.
Por detrás, 'Penti', más confiado que nunca antes de tomar la salida en poder revalidar su trono, cruzaba la meta hundido en quinto lugar (8:28.78), mientras que César Pérez era octavo (8:30.40).
