BERGISCH GLADBACH (ALEMANIA), 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
La selección brasileña, que tiene una reciente historia en lanzamientos de penaltis que le favorece, practicó hoy los tiros desde los 11 metros por si el partido de los octavos de final ante Ghana no puede solucionarlo en los 90 minutos reglamentarios o incluso en la prórroga.
Esto demuestra el respeto de los jugadores de la 'canarinha' y por supuesto de su técnico, Carlos Alberto Parreira, hacia la selección africana de la que han manifestado que su fútbol se asimila al suramericano. El combinado ghanés dio la sorpresa en el Grupo F al ser segunda y vencer en dos de sus tres encuentros dejando eliminada a la República Checa.
Adriano, Juninho Pernambucano, Gilberto, Gilberto Silva, Kaká, Lucio, Ronaldinho y Ronaldo lanzaron penaltis a Dida, quien se lució atajando algunos. El portero del Milan tiene fama de ser un buen guardameta en estas circunstancias.
Dida le detuvo varios disparos a Kaká, Lucio y Gilberto. Ronaldo tiró uno fuera. Sin embargo, Juninho y Ronaldinho se mostraron impecables en el lanzamiento de penas máximas.
Brasil tiene experiencia en los lanzamientos desde los 11 metros porque se valió de ellos en las citas mundialistas de 1986, 1994 y 1998.
En 1986 en México, los brasileños empataron en cuartos de final con Francia 1-1, pero terminaron eliminados en la serie de penaltis (4-3).
En 1994, en Estados Unidos, ganaron su cuarto título mediante los penaltis. Terminaron empatados en la final con Italia 0-0, pero salieron airosos en los tiros desde los 11 metros (3-2).
Cuatro años después, en el mundial de Francia, avanzaron a la final por esa vía. Empataron con Holanda 1-1, pero fueron más eficientes en la pena máxima (4-2).
Y en la última edición de la Copa América, en Perú, Brasil ganó dramáticamente el torneo al superar a Argentina en la lotería de los penaltis, después de que el partido terminara en tablas.
