CHESTE (VALENCIA), 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
El piloto estadounidense Nicky Hayden (Honda) reconoció que llega al circuito valenciano de Cheste, donde este domingo se disputa el último Gran Premio de la temporada, con pocas opciones de lograr el título mundial, pero no arroja la toalla.
"Llego sin nada que perder, necesito ganar y esperar a que Rossi tenga un mal fin de semana. Sé que es una posibilidad remota, pero no vamos a rendirnos hasta que cruce la bandera a cuadros el domingo", reconoció.
El estadounidense perdió el liderato del mundial en la última prueba al ser derribado por su compañero de equipo Dani Pedrosa, pero prefiere olvidar ese incidente. "Cuando pienso en lo que pasó en la última carrera todavía me siento mal, pero la verdad es que debo pasar página porque seguir hablando de ello no hará que cambie nada en la clasificación", indicó.
No obstante, el de Kentucky aún confía en sus opciones. "Mi hombro está un poco mejor, el embrague funciona bien y mi amigo Elías me hizo un gran favor en Estoril y me dio esperanzas", comentó.
Por otra parte, el norteamericano apuesta por un gran espectáculo en el trazado valenciano. "Sé que el equipo está conmigo y que tengo muchos fans, sobre todo cuando vuelva a casa, empujándome. También es la última carrera de MotoGP y como somos conscientes de ello, seguro que será memorable", añadió.
Por último, destacó el gran ambiente que se vivirá en la capital del Turia. "Valencia es un circuito que me gusta mucho y el ambiente es increíble. Es una de las mejores aficiones ante las que se puede correr", concluyó.
