FRANKFURT (ALEMANIA), 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
Inglaterra comenzó con buen pie su participación en el Mundial de Alemania tras sumar una victoria (1-0) por la mínima ante Paraguay en la primera jornada del grupo B en el partido disputado en el Waldstadion de Frankfurt.
Los británicos comenzaron con mucha fuerza y pronto lograron adelantarse en el marcador con un gol de Gamarra en propia puerta. El ex defensa del Atlético de Madrid envió al fondo de las mallas una falta lejana colgada por David Beckham despistando a Villar, que llegó a tocar, pero no despejar. La mala suerte se cebó con los paraguayos cuando el cancerbero tuvo que ser sustituido por Bobadilla poco después por lesión.
El conjunto de Sven Goran Eriksson, con un centro del campo formado por jugadores que combinan técnica, potencia y pegada, dominó con claridad durante la primera mitad y pudo haber aumentado la distancia en el marcador con dos grandes disparos de Lampard y Beckham.
Sin embargo, Paraguay, que no estuvo cómoda en ningún momento durante la primera mitad sin apenas poder combinar ni trenzar una buena jugada, tuvo una gran ocasión de igualar el encuentro poco antes del descanso en las botas de Valdez.
Tras la reanudación, el conjunto sudamericano salió con más agresividad y comenzó a llegar, aunque sin mucha claridad arriba, a la portería de Robinson, que durante la primera parte estuvo prácticamente inédito.
Sin embargo, con las líneas paraguayas adelantadas Inglaterra encontró más espacios y pudo sentenciar con un gran disparo de Joe Cole, quien tras la marcha de Owen pasó a ocupar la posición de mediapunta con más opciones para mostrar su potencial ofensivo.
El combinado de Aníbal Ruiz dispuso de nuevo de dos ocasiones para lograr el empate en los pies de Paredes, primero, y de Valdez, poco después, tras una gran internada por la banda izquierda. El jugador del Werder Bremen, el más destacado en el equipo americano, eclipsó a Santa Cruz, que pasó prácticamente inadvertido.
Durante los últimos minutos del encuentro, Inglaterra se dedicó a conservar su ventaja en un partido en el que el resultado se quedó muy corto para los méritos mostrados por los británicos, muy superiores durante todo el partido.
