INDIANAPOLIS (EE.UU), 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
Michael Schumacher se impuso en el Gran Premio de Estados Unidos, celebrado en el circuito de Indianápolis, en una carrera marcada por los numerosos accidentes que permitieron llegar a meta a sólo nueve coches y a Fernando Alonso como quinto clasificado en una actuación muy discreta para él.
El piloto alemán de Ferrari logra así su victoria número 87 y rompe el récord de Fernando Alonso, que llevaba 15 podios consecutivos. De esta manera, Michael Schumacher recorta seis puntos a Alonso en la clasificación general del Mundial, pero sigue siendo segundo por detrás del asturiano, que suma 19 puntos más que el alemán.
El Gran Premio norteamericano comenzó con mucha polémica. Diez coches se vieron fuera a las primeras de cambio merced a una colisión múltiple en la que Heidfeld salió por los aires. Además del alemán, Montoya, Montagny, Räikkönen, Button, Webber, Albers, Speed, Sato y Monteiro no pudieron continuar.
Antes de esta accidentada salida, Fernando Alonso había logrado colocarse tercero en uno de sus espectaculares adelantamientos en donde se quitó del medio a Barrichelo y a su propio compañero de escudería, Giancarlo Fisichella.
Para entonces, el coche de seguridad había entrado en pista y Massa era líder. Schumacher, que estaba segundo, se durmió en los laureles y permitió que Massa ampliara su distancia porque el kaiser estuvo más pendiente de la posición de Alonso que la de su propio compañero y líder de la carrera por aquel momento.
DOMINIO ROJO.
La carrera avanzó y las paradas, tanto de Ferrari como de Renault, se alargaban. El duelo estaba servido entre la escudería roja y la azul. Antes de la primera entrada en boxes de los Renault, Fisichella había adelantado a Alonso, que rodó muy lento y lejos del ritmo de los Ferrari.
La primera entrada en boxes sirvió para que Schumacher se colocara líder de carrera y para que los Renault se quedaran cada vez más lejos de los primeros puestos. A falta de 20 vueltas para el final, Massa se dedicó a construir la barrera que impidiera llegar a sus más inmediatos perseguidores hasta Schumacher, que cada vez tenía más ventaja.
Prueba de la discreta actuación de Alonso fue que acabó disputándose la cuarta plaza, que parecía tener asegurada, con Ralf Schumacher y Jarno Trulli, la que acabó perdiendo en favor del italiano.
Así, llegó la vuelta número 73 y la victoria de Schumacher por delante de Felipe Massa, que logró el mejor resultado de su historia, y de Giancarlo Fisichella, que sirvió para contrarestar la potencia de Ferrari en la clasificación de constructores.
Lo que se puso de manifiesto es que este Gran Premio está destinado para los monoplazas con neumáticos Bridgestone, que fueron mucho más superiores que los Michelín sobre el asfalto estadounidense. El próximo Gran Premio será en Francia, el 16 de julio y Alonso no deberá cometer más errores para seguir consolidando su título.
