PARIS, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro francés de Presupuesto, Eric Woerth, anunció hoy que Francia abrirá el mercado de apuestas deportivas 'on line' en el segundo semestre de 2009, con lo que pondrá fin de manera paulatina al actual monopolio estatal reiteradamente denunciado por la Comisión Europea.
Woerth se reunió el pasado miércoles 4 de junio con el comisario europeo de Mercado Interior, Charlie McCreevy, para comunicarle los planes del Gobierno francés de ajustarse a los requerimientos de Bruselas, que en junio de 2007 abrió un procedimiento de infracción contra Francia por restringir las apuestas deportivas y los casinos.
El Ejecutivo galo, que justificó la apertura de este mercado de "en nombre del principio de realismo", presentará el próximo otoño un texto legislativo al Parlamento que debería entrar en vigor a finales de 2009.
No obstante, el Estado no perderá totalmente el control del sector porque, en el caso de las apuestas hípicas, sólo se permitirán las apuestas mutuas y no de cuotas. Además, el resto se hará sobre una base de cuota fija y el reglamento será objeto de negociaciones con las federaciones y organismos deportivos.
Desde el punto de vista presupuestario, el Gobierno quiere conservar la parte de los ingresos estatales procedentes de las apuestas, que hoy se elevan a 5.300 millones de euros.
Para controlar la legalidad de las mismas, se creará una autoridad reguladora que distribuirá las licencias a los operadores candidatos durante el año 2009. Entre los posibles aspirantes se habla ya de Roland Garros o del Tour de Francia.
Dicha autoridad deberá velar por la transparencia de las transacciones y controlar la publicidad, así como evitar conflictos de intereses. Asimismo, tendrá que garantizar que se impide el acceso de los menores a las apuestas.
Se calcula que a entre 300.000 y un millón de franceses les seducen los juegos de apuestas en internet y que las apuestas deportivas ilegales representan entre cinco y siete mil millones de euros. Sólo el torneo de tenis Roland Garros ha generado 600 millones de euros de apuestas ilegales en Francia y en el extranjero.
