La amenaza terrorista y las leyes contra la propaganda homosexual envuelven Sochi 2014

Atentado en Rusia, Volgogrado
STRINGER RUSSIA / REUTERS
Actualizado: jueves, 6 febrero 2014 18:35

MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, que se inauguran este viernes en Sochi, Rusia, están envueltos en un clima inusual y polémico debido a la amenaza terrorista y a las leyes contra la propaganda homosexual que se encuentran vigentes en el país desde 2013.

La seguridad en estos Juegos se ha convertido en el principal punto de discusión en la antesala del evento. Los recientes atentados en regiones rusas cercanas a Sochi, llevados a cabo por grupos islamistas y separatistas del norte del Cáucaso, han puesto en alerta a los organizadores del acontecimiento y a los deportistas y espectadores que se encontrarán en la zona durante las dos próximas semanas.

De hecho, el Comité Olímpico Austriaco recibió una carta la pasada semana en la que amenazaban con secuestrar a dos de sus deportistas: la esquiadora Marlies Schild y la atleta de skeleton Janine Flock. Así, Austria se une a la nómina de países que han recibido amenazas terroristas en las últimas semanas.

No obstante, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró confiado en que Rusia estará alerta y cree que "Sochi es seguro", aunque admitió que en este tipo de eventos "siempre hay algunos riesgos". Para minimizarlos, confirmó que Estados Unidos se coordinará con el país siberiano en labores de seguridad.

En la misma línea se refirió el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, quien se limitó a mandar un mensaje de tranquilidad y seguridad a la delegación española que tomará parte de la competición en la ciudad del Cáucaso.

El Comité Olímpico Internacional (COI), a través de su presidente, Thomas Bach, también quiso calmar a "todos los participantes" y confía en que los Juegos de Sochi sean "seguros", algo que han confirmado las propias autoridades rusas. Para ello, la organización desplegará hasta 100.000 miembros de seguridad, entre policías, agentes de inteligencia y militares.

"Nuestros servicios de seguridad están trabajando con los colegas de Europa y norteamérica. No hay ninguna razón para creer que el nivel de peligro en Sochi es mayor que en ningún otro punto del planeta, ya sea en Boston, Londres, Nueva York o Washington. Podemos garantizar la seguridad de la gente igual que cualquier otro gobierno que acoja un acontecimiento multitudinario", aseguró el viceprimer ministro ruso, Dimitri Kozak, este jueves.

PROTESTAS CONTRA LAS LEYES ANTIPROPAGANDA HOMOSEXUAL

Además de la lucha antiterrorista, Sochi 2014 tendrá que lidiar con un problema que se ha acrecentado en los últimos meses. Las protestas contra las leyes antipropaganda homosexual, vigentes en Rusia desde 2013, no han provocado la suspensión de los JJ.OO, como exigían numerosos colectivos gays, pero sí han causado un quebradero de cabeza para la organización.

El Gobierno ruso aseguró que toda persona de orientación sexual no tradicional podrá acudir libremente a los Juegos de Sochi sin ningún temor a ser perseguido, pero advirtió que quienes tomen parte en actos públicos de propaganda homosexual tendrán que enfrentarse a las consecuencias.

Por este motivo, varios deportistas estadounidenses y europeos pidieron en una carta al COI que tomara una posición en esta cuestión, explicando que la ley rusa "violaba" la carta olímpica, que prohíbe cualquier discriminación.

En este sentido, el organismo recordó que permite a los deportistas que hagan declaraciones, de manera libre, en conferencias de prensa, pero cualquier tipo de protesta en el podio podría ser sancionada con la descalificación de los Juegos.

Aunque no han expuesto sus motivos, varios líderes mundiales, como el primer ministro británico, David Cameron, el presidente de Francia, François Hollande, o el presidente alemán, Joachim Gauck, anunciaron que no acudirán a Sochi, lo que puede interpretarse como una señal de protesta por la polémica generada en los últimos meses.

Quien sí estará en Sochi será el ministro noruego Bent Hoie, representante de su país en los Juegos Paralímpicos de invierno, que anunció que acudirá al evento con su esposo, en señal de desafío a las leyes rusas.

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