El 'Cubo de Agua' corona a Phelps y evidencia el nuevo mal momento de la natación española

Actualizado: domingo, 17 agosto 2008 15:29


MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

La natación de piscina, uno de los deportes estrella de los Juegos junto al atletismo, puso hoy punto y final a nueve días de intensa competición, donde el protagonista absoluto fue el estadounidense Michael Phelps y donde las plusmarcas mundiales fueron numerosas, registrándose un total de 25.

El nadador de Baltimore no falló en esta ocasión como hace cuatro años en Atenas. Ocho pruebas y ocho oros, con siete récords del mundo, faltando únicamente en los polémicos 100 mariposa a su cita con las marcas.

Y es que fue en esa distancia y en los 4x100 libres donde más apuros pasó Phelps para superar a su compatriota Mark Spitz. En el resto (200 libres, 200 y 400 estilos, 200 mariposa, relevo 4x100 estilos y 4x200 libres), impuso su superioridad sin ningún problema.

El americano lo pasó mal tras el apretado final decidido por una centésima con el serbio Milorad Cavic en la espectacular final de los 100 mariposa y la posterior reclamación de la Federación Serbia demandando que su deportista había sido primero, petición que quedó finalmente en nada para alivio del de Baltimore, que 'cazaba' a Spitz.

También le debe a Jason Lezak parte de su entrada en la historia. El espectacular relevo final de su compañero en el 4x100 libres 'comiéndose' al francés Alain Bernard cuando parecía que Francia amargaría la hazaña del de Baltimore es una de las imágenes de estos Juegos.

Phelps comandó el dominio una vez más de los Estados Unidos en la natación de piscina, de la que se marchan con un total de 29 preseas (12 oros --8 del de Baltimore--, 9 platas y 8 bronces). También destacaron Natalie Coughlin, ganadora de seis metales, aunque sólo un oro (100 espalda), o Ryan Lochte, con dos oros (200 espalda y 4x200 libres).

Fuera del equipo estadounidense, otros nadadores importantes fueron el japonés Kosuke Kitajima, 'rey' de la braza con sus oros en 100 y 200, César Cielo Filho y Liu Zige, primeros campeones olímpicos de natación de Brasil y China respectivamente (50 libres y 200 mariposa), la australiana Stephanie Rice, triple campeona olímpica (200 y 400 estilos y el relevo 4x200 libres), la zimbabuense Kirsty Coventry, ganadora de un oro (100 espalda) y tres platas, o la británica Rebecca Adlington, que puso fin al histórico récord mundial de Janet Evans en los 800 libres y se llevó dos oros (400 y 800 libres).

En el bando negativo también aparecen figuras de renombre, encabezadas por la francesa Laure Manadou, que pagó su tormentoso años marchándose de vacío de Pekín y dando una mala imagen. Su compatriota Alain Bernard, pese a su oro en los 100 libres, también será recordado por lo sucedido en el relevo 4x100 libres, prueba donde había desafiado diciendo que arrollarían a los americanos y falló en el momento decisivo.

Tampoco se libran de una discreta actuación nadadores estadounidenses como Katie Hoff que llegaba como la 'Phelps' femenina y quería sumar seis medallas de oro, quedándose al final con una plata y dos bronces, mientras que el holandés Pieter Van de Hoogenband, triple campeón olímpico, dijo adiós a la natación sin subir al podio en los 100 libres, y el australiano Grant Hackett, batido por el tunecino Oussama Mellouli en 1.500, se quedó sin entrar en la historia como el primer nadador masculino en ganar tres oros consecutivos en la misma prueba.

ASCHWIN WILDEBOER SALVA EL HONOR ESPAÑOL.

La natación española no se salvó de la quema. Amparada por sus buenos resultados en los Europeos de piscina corta de 2007 y de piscina de 50 metros, y en los Mundiales de piscina corta, se presentaba en Pekín con aspiraciones de hacer un buen papel, sobre todo a la hora de alcanzar finales y sumar récords del mundo, pero se marchó con un finalista y dos semifinalistas.

Sin embargo, sólo Aschwin Wildeboer tuvo el honor de clasificarse para la lucha por las medallas, finalizando en una meritoria séptima posición en los 100 metros espalda y anunciando después que se marcha a Australia, en una de las numerosas muestras de descontento con la Federación Española, sobre todo con el director técnico, el italiano Maurizio Coconi, centro de todas las críticas.

Del resto, poco se supo. Erika Villaécija, quinta en Atenas, no pudo ni siquiera clasificarse para la final de los 800 libres donde partía con muchas esperanzas por culpa de la fiebre, la esperanza Mireia Belmonte no nadó a su nivel y no alcanzó tampoco las finales, aunque habría tenido opciones en los 200 estilos, y la veterana Nina Zhivanevskaya se quedó en las 'semis' de los 100 espalda y decidió posteriormente decir adiós a la alta competición.

Además, los españoles tampoco lograron las plusmarcas nacionales que suelen atenuar una mala actuación. En total, fueron cuatro récords los que se lograron: en los 100 espalda en dos ocasiones por Wildeboer que dejó el registro en 53.51, Mireia Belmonte en los 400 estilos (4.37.91) y el relevo 4x200 libre femenino formado por Arantxa Ramos, María Fuster, Noemí Feliz y Melanie Costa.