PEKÍN, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El palista español David Cal, que se colgó la medalla de plata en la modalidad C1-1000 y C1-500 de piragüismo de los Juegos Olímpicos de Pekín, señaló que la medalla de plata en C-1 500 le "deja más contento" que la presea en la distancia larga y declaró que se marcha de Pekín "satisfecho" aunque no "tan contento como quisiera".
"Esta plata que me deja más contento que la del C1-1.000, porque en esa prueba tenía más opciones que en la hoy, que se presentaba más abierta", dijo.
A pesar de salir mejor que en la prueba de mil metros, algo que para el español "tampoco era tan importante" porque "los que salen demasiado rápido suelen acabar detrás", y de que el viento fuese menor que en la prueba larga, Cal no pudo colgarse la medalla de oro.
Y es que el palista gallego reconoció que le fue imposible alcanzar al ruso Maxim Opalev. "Hubo un momento en que iba delante de Opalev y le venía controlando, pero traté de subir el ritmo y se me agarrotaron los antebrazos. Venía muy fuerte y no tenía opción", dijo.
Aunque no está "tan contento como quisiera", Cal reconoció que las dos platas "también le satisfacen" después de cuatro años de mucho entrenamiento. "Las medallas saben bien, pero necesito descanso para afrontar el próximo ciclo olímpico. En este hemos entrenado muchísimo", sentenció.
Respecto al pequeño mareo que sufrió en el podio, Cal apuntó a que fue "precipitado" celebrar la ceremonia poco después de terminar la prueba. "Tanto el médico como yo se lo habíamos advertido que debían dejarme descansar. Pero no hubo forma", concluyó el doble medallista olímpico.
Por su parte, el entrenador de David Cal, 'Suso' Morlán, que reconoció que tras el C-1 1000 les "había quedado un 'regustillo' amargo", señaló que la plata del C-1 500 le "sabía bien" a David después de "una gran carrera".
"La carrera ha sido en 1:48, rápida y sin viento, la que queríamos. Por fin Opalev ha ganado su C1-500 porque perdió en Sydney y perdió en Atenas. Había sido varias veces campeón del mundo, pero le faltaba el gran caramelo", dijo.
"David ha hecho una gran carrera. Es el único que ha doblado las distancias con garantías y ha conseguido medallas en las dos", agregó Morlán.
"Cuatro finales y cuatro medallas. Su peor resultado es una plata", recalcó el técnico, que bromeó después señalando que el ciclista Joan Llaneras ganó la particular lucha en Pekín. "Veníamos a por dos oros, pero Cal tiene 25 años y nos queda mucha cuerda", dijo.
Morlán reconoció que en C1-1.000 habían entrenado "un montón de veces por debajo del oro" pero que en 500 Cal había mejorado el tiempo de la final "en pocas ocasiones". "No me arrepiento de no haber competido más en 2008. Lo que vale es el crono. Y los de Pontevedra y Salamanca eran buenos para luchar por dos oros", dijo.
"Por fin se ha acabado esto. ¡Que nadie pregunte por Londres!", bromeó el entrenador, que se citó con el palista gallego el próximo 7 de enero de 2009 para empezar la temporada. "Le dije a David que pasara lo que pasara, nos veríamos ese día. Necesitamos descansar y perdernos de vista", dijo.
"Tiene cuatro meses para disfrutar de lo que se ha privado durante cuatro años, que es mucho. Merece dedicarle tiempo a su chica, a su sobrino, a su familia y a sus amigos. Ya tendrá el teléfono abierto. Es libre", finalizó el entrenador de David Cal.
