PEKÍN, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
El gimnasta español Isaac Botella, octavo y diploma olímpico en la final de salto de los Juegos de Pekín, se vuelve a casa con la sensación de haber cumplido su objetivo, todo un impulso para "seguir entrenando y repetir en Londres", sede de la próxima cita olímpica dentro de cuatro años.
"Estoy contento, con estar aquí ya he logrado mi objetivo, que era estar en la final. Sólo he intentado que salieran bien los saltos, pero en el segundo salto he ido a clavar y me he ido hacia atrás. Tenía que hacerlo perfecto y que los demás fallaran porque los saltos de los demás tenían más nota de partida", relató Botella.
El ilicitano se lleva el premio de haber disputado la final en sus primeros Juegos después de obtener una puntuación de 15.737 tras fallar en la recepción de su segundo salto, en la que cayó fuera de la colchoneta desoyendo los consejos del equipo técnico.
"El entrenador me ha dicho que no tenía que ir a clavar en el segundo, sino dar un pasito para adelante, pero se me ha ido el hombro y he salido como un muelle", se lamentó Botella, satisfecho pese a todo porque estaba en la final "para disfrutar" en su debut olímpico. "Nunca había probado estas sensaciones y me ha gustado", confesó.
El gimnasta desveló que piensa seguir entrenando en los seis aparatos que conforman su deporte, aunque se considera "malísimo" en barras paralelas y barra fija. "Puedo ayudar al equipo, lo ayudaré hasta que el entrenador me diga que me concentre en otra cosa", se ofreció.
