PEKÍN, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
El nadador estadounidense Michael Phelps continúa con paso firme en su apuesta por superar los siete oros de su compatriota Mark Spitz en Múnich 1972 y hoy sumó su sexto metal dorado imponiéndose con suma facilidad en los 200 metros estilos.
El de Baltimore suma y sigue y conquistó su duodécimo título olímpico, igualando ya lo logrado hace cuatro años en Atenas cuando se quedó en seis oros. En esta ocasión, la amenaza era Ryan Lochte, pero Phelps tardó 50 metros en aparcar cualquier sorpresa.
El mejor nadador de la historia impuso su dominio desde el principio, amparado en su superioridad en el estilo mariposa. A Lochte le pudo pesar además el esfuerzo realizado minutos antes para llevarse el oro en los 200 espalda y se quedó pronto muy retrasado.
El húngaro Laszlo Cseh tampoco pudo seguir la estela de Phelps, que un día más nadó contra sí mismo y con el deseo de añadir a un nuevo oro otra plusmarca mundial. El estadounidense (1:54.23) rebajó en 57 centésimas su anterior marca y, tras el descanso de ayer jueves, volvió a subir a lo más alto del podio acompañado por Cseh y por Lochte, que echó el resto en los 50 metros finales para superar al brasileño Thiago Pereira y sumar su segunda medalla en cuarto de hora.
Poco después, Phelps tuvo que volver a sumergirse en la piscina del 'Cubo de Agua' para lograr su clasificación para los 100 mariposa, otra prueba donde tendrá un rival complicado como su compatriota Ian Crocker, plusmarquista mundial de la distancia.
TRES RÉCORDS DEL MUNDO.
Este registro fue uno de los tres récords mundiales que se registraron en esta jornada, todos ellos para nadadores de los Estados Unidos, auténtica potencia de estos Juegos en la natación de piscina.
Así, Rebecca Soni dio una de las sorpresas del día y batió en la final de los 200 braza a la australiana Leisel Jones con un nuevo mejor tiempo de 2:20.22, 32 centésimas mejor que el anterior, en poder de la oceánica, que se tuvo que contentar con la plata, mientras que el bronce fue para la noruega Sara Nordenstam.
En la siguiente final, el americano Ryan Lochte conquistó su cuarto metal olímpico, el segundo dorado tras vencer en los 200 espalda, éxito que une al oro en el relevo 4x200 y a los bronces en los 200 y 400 estilos.
El nuevo campeón olímpico pudo con su compatriota Aaron Peirsol, al que impidió repetir los resultados de Atenas cuando hizo el doblete en espalda, quitándole además el récord del mundo al bajar del 1:54 (1:53.94). El bronce, al igual que en los 100 espalda, fue para el ruso Arkady Vyatchanin.
Finalmente, la última final de la mañana china trajo sorpresa sin récord del mundo con la victoria en los 100 libres de la alemana Britta Steffen, que pudo con Lisbeth Trickett, actual campeona del mundo y plusmarquista de la distancia, tras remontar siete puestos en los últimos 50 metros.
La 'aussie' se quedó a cuatro centésimas del oro y no pudo compensar la derrota de Leisel Jones, mientras que el bronce fue para la estadounidense Natalie Coughlin, que ya acumula con ésta cinco medallas (oro 100 espalda, plata relevo 4x100 libre y bronce en 200 estilos, 100 libres y 4x200 libres).
MAL PAPEL DE LOS ESPAÑOLES.
Por su parte, los españoles no realizaron una gran actuación en la jornada de hoy. Marco Rivera acabó séptimo en la cuarta serie de los 1.500 metros libres y quedó fuera de las semifinales con tiempo de 15:18.98, un registro muy lejano al conseguido en la última serie por Grant Hackett. El australiano paró el crono en 14:38.92, batiendo el récord olímpico que minutos antes había instaurado el canadiense Ryan Cochrane.
No le fue mejor al equipo femenino del relevo de 4x100 estilos, que finalizó en la última posición de su serie. Nina Zhivanevskaya, Mireia Belmonte, Angela San Juan y María Fuster firmaron un tiempo de 4:06.40 y se quedaron a medio segundo del récord nacional que impusieron en los Campeonatos de Europa celebrados en Eindhoven (Holanda) el pasado mes de marzo, 4:05.98.
