"Cuando me rompí, pensé que me había perdido la Paralimpiada"
SESTRIERE (ITALIA), 18 Mar. (Del enviado especial de Europa Press, Ramón Chamorro) -
El esquiador deficiente visual español Jon Santacan está preparado para competir mañana en el eslalon que cierra los IX Juegos Paralímpicos de Invierno de Turín, una participación que hace casi más de dos meses parecía imposible ya que el guipuzcoano se rompía la tibia y el peroné en una prueba en La Molina (Girona) y todos, incluso él, apuntaban que no estaría en la capital del Piamonte.
Sin embargo, Santacana, que partía como la principal esperanza de medalla para la delegación española, echó mano del trabajo y el esfuerzo, y mañana en Sestriere podrá ver si todo lo realizado durante estos últimos días ha valido la pena y puede finalizar la modalidad dejando claro que ha "olvidado" el grave percance.
"Ya he olvidado la caída. Estoy todavía con el dolor, pero no estoy pensando en la caída. Estoy centrado para el eslalon", reconoció el esquiador vasco en una entrevista a Europa Press.
De todos modos, el guipuzcoano ahora tiene motivos para sonreír. Está dispuesto a competir tras unos meses de incertidumbre. "En el momento de la caída, me di cuenta que me había roto y que me perdía la Paralimpiada y toda la temporada. Preguntaba al médico sobre las opciones, pero no lo tenía muy claro", apuntó.
Paulatinamente, el panorama empezó a aclararse y Santacana quiso jugar su "posibilidad remota" de estar en Sestriere. "Comencé a darme cuenta de que podía llegar cuando me hicieron la primera placa y el médico me dijo que me tenía que operar. Me dijeron que me tenían que poner un clavo y que me fuera olvidando y estuviera tranquilo. Trabajaba y me esforzaba y todos me decian que fuese día a día, pero que no me tenía que hacer ilusiones", destacó.
El esquiador español, triple medallista paralímpico en Salt Lake City 2002 (oro en gigante y bronce en supergigante y descenso), también insiste en que "no tiene miedo" de volver a caerse. "Tampoco es bueno pensar en eso. Basta que lo tenga para que haya mas posibilidades de que te pase algo. Hay que evitarlo y aguantar las molestias", comentó al respecto.
La cabeza tampoco le falla en estos momentos, satisfecho con todo los esfuerzos hechos y sabedor de que "más de lo que se ha hecho no se puede hacer". "Todo ha sido fruto del trabajo y de haber mantenido la confianza, porque muchas veces, te puedes venir abajo", añade.
El español, nada "sorprendido" por el nivel que ha visto en Turín, venía dispuesto a competir en el gigante y en el eslalon. "La elección fue por dos causas. Se desecharon las dos primeras de velocidad (descenso y supergigante) por seguridad y luego las otras dos eran por el tema de calendario porque yo no me había puesto los esquíes hasta llegar aquí", subrayó el de San Sebastián, que finalmente desechó el gigante.
Santacana también ha recibido el apoyo de sus compañeros, aunque en Sestriere no han coincidido demasiado. "Estos días hemos hecho trabajos distintos porque ellos han preparado específicamente las carreras, pero siempren me están preguntando por cómo estoy y dándome ánimos", afirmó.
Ese equipo está formado por muchos jóvenes que apenas superan los 18 años. El guipuzcoano, de 25, es el eslabón entre ellos y el veterano Eric Villalón, y resalta que deben aprovechar esta cita para "coger experiencia y saber como es una competición de tan alto nivel", aseguró.
"Las Paralimpiadas de Vancouver serán las suyas si continúan. Además, tendrán dos Mundiales y las Copas del Mundo de cada temporada. De todos modos, ver lo que pasará dentro de cuatro años es complicado. A lo mejor dentro de un año aparece un 'megacrack' y se lo lleva todo. Lo importante es que hay un plan ADOP y hay unas ayudas y todo irá a mejor, pero también debe tener ganas la gente porque aquí no vienes a jugar", sentencia.
GALINDO: "TENER OPCIONES ES YA UN LOGRO".
Miguel Galindo, guía de Jon Santacana, también ha vivido con incertidumbre todo este tiempo, pero ahora está preparado para ayudar en todo lo que pueda a su compañero", calificando como "un éxito total" el poder estar mañana en la línea de salida del eslalon, algo que "veía negro" hace casi dos meses.
"Prefería hacerme la idea de no venir que pensar que sí y luego llevarme un chasco mayor. Una rotura de tibia y peroné no es una lesión leve y la recuperación no es para la vida normal sino para competir, y eso es lo realmente duro porque la exigencia es máxima", confesó Galindo, que aprovechó el percance para no aplazar sus exámenes de INEF.
Para el oscense, "estar ya esquiando y hacerlo a un nivel alto no es fácil". "No sabemos si se soportará el domingo, pero estar en la salida y tener opciones en el eslalon es ya un logro y un éxito total", añade el acompañante, que recuerda que durante la temporada estaban marcando los mejores tiempos y tenían serias posibilidades de subir al podio en todas las pruebas de Turín.
Por último, Miguel Galindo señala que no hay "nervios" ni en él ni en Jon Santacana. "Pensábamos que no podíamos correr y si podemos hacerlo y la carrera sale mal, no pasa nada. La presión es para los demás y si conseguimos hacer una buena bajada, la necesidad será para los demás porque nostros partimos de cero", advierte.
