Federer alarga su idilio con la capital y defenderá su título ante el argentino Nalbandián

Actualizado: sábado, 20 octubre 2007 20:33


MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

El tenista suizo Roger Federer superó con autoridad al alemán Nicolas Kiefer y se clasificó para la final del Mutua Madrileña Masters de Madrid, que se disputa mañana a las 15.00 horas, en la que intentará reeditar su título ante el argentino David Nalbandián.

El número uno del mundo no tuvo que hacer grandes esfuerzos para doblegar en semifinales al alemán Nicolas Kiefer, una de las grandes sorpresas de la semana en la capital, al que superó por un doble 6-4 en tan sólo una hora y 23 minutos de juego en un encuentro en que se ganó el cariño de la grada por la elegancia de su juego.

El helvético sacó sus mejores golpes en los momentos precisos. Así, planteó el partido en sus términos habituales. Una ruptura tempranera, en el tercer juego (2-1), le permitió encarrilar la contienda ante un Kiefer que no estuvo al mismo nivel que ayer ante el chileno Fernando González, finalista del pasado año.

A partir de ahí, Federer, que sólo tuvo un punto de 'break' en contra en todo el duelo, sólo tuvo que mantener su renta para adjudicarse la primera manga. En el segundo parcial, llegó el recital de golpes del suizo, que enfervorizó a un público totalmente obnubilado por la plasticidad de su tenis.

El pentacampeón de Wimbledon, que buscará mañana su séptimo título del año, saltó a la cancha más agresivo y gozó de la primera ocasión de rotura en el primer juego, pero el alemán, sin complejos pese a que los duelos previos (8-3 para Federer) no invitaban al optimismo, la salvó con habilidad.

El suizo estaba inspirado y ganaba sus servicios en blanco gracias a su acierto con el saque --10 'aces' y 95% de efectividad con el primer servicio-- y la mayor profundidad de sus golpes. Además, ponía contra las cuerdas a Kiefer con el resto y gozó de ocho bolas de 'break' en el segundo set.

Hasta que en el noveno juego, en el que contó con cinco pelotas de ruptura, quebró la fortaleza mental de su adversario y se cobró la ventaja (5-4) necesaria para cerrar el encuentro con su siguiente saque en blanco.

Mañana se medirá al argentino David Nalbandián, finalista en 2004. A priori, las estadísticas favorecen al suizo, que se ha impuesto en ocho de los 14 encuentros que han disputado y ha salido vencedor de los últimos cuatro. No en vano, el argentino, que ya le arrebató la Copa Masters de 2005 llega crecido tras superar en cuartos a Rafa Nadal, número dos del mundo, y ser verdugo hoy del serbio Novak Djokovic, tercero del escalafón.