PARÍS, 30 May. (EUROPA PRESS) -
El tenista español Rafa Nadal siguió adelante en su maratón en Roland Garros, segundo 'Grand Slam' de la temporada, al clasificarse para octavos de final a costa del finlandés Jarkko Nieminen y encadenar su vigésimo cuarta victoria consecutiva sobre la arcilla roja parisina.
El tricampeón de la cita cuajó un partido impecable y se impuso al finés por 6-1, 6-3 y 6-1 y ya espera en la siguiente ronda al vencedor del encuentro que están disputando el madrileño Fernando Verdasco y el ruso Mikhail Youzhny.
El número dos del mundo, invicto en el Bois de Boulogne desde su debut en 2005, no tuvo piedad de su adversario, al que sólo concedió una bola de 'break' en el partido, y ni siquiera las molestias en el pie le restaron un ápice de agresividad.
Tras adjudicarse de manera brillante las dos primeras mangas, Nadal necesitó asistencia médica y le vendaron un pie. Lo que recordó a las ampollas que sufrió en Roma, donde ha encajado su única derrota del año en tierra batida, sin embargo, sus problemas no tuvieron consecuencias.
El balear, que sumó su quinta victoria en otros tantos choques frente a Nieminen, no tardó demasiado en meterse en el partido y consiguió la primera ventaja con un 'break' en el cuarto juego (3-1). Al verse por debajo en el electrónico, el finés multiplicó sus errores.
Poco a poco iba permitiendo a Nadal que ganara espacios en la pista y ofreciera golpes de más calidad, lo que le permitió forzar una nueva rotura (5-1) para cerrar el set con facilidad.
En la segunda manga, Nieminen, verdugo de Marc López, sacó sus mejores armas para intentar 'asustar' a Nadal. Se puso por delante en el electrónico (2-0), pero su hazaña no le sirvió de mucho, ya que el pupilo de Toni Nadal igualó en el cuarto juego.
A partir de ahí, el nórdico se fue desquiciando y su juego agresivo le terminó pasando factura ya que permitió a Nadal conseguir dos 'breaks' más para cerrar el duelo al resto.
El último parcial fue un monólogo de Rafa. Bien con el saque --logró tres 'aces'-- y con la derecha, no permitía a Nieminen coger aire y le obligó a multiplicar sus errores no forzados --18 por 9 de Nadal--.
Así, Nadal se puso por delante en el cuarto juego (3-1) y volvió a arrebatar el saque a su rival en el quinto para cerrar con su servicio un partido que no fue sencillo, pero que le permite coger confianza y convertirse en el primer español en octavos.
