MONTECARLO, 21 Abr. (EUROPA PRESS)
El tenista español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer serán, una vez más, los protagonistas de la final del torneo de Montecarlo, tercer Masters Series de la temporada, tras deshacerse en semifinales con autoridad de Tomas Berdych y Juan Carlos Ferrero, respectivamente.
La final deseada entre los dos mejores tenistas del momento, tendrá mañana un nuevo capítulo y es que las dos mejores raquetas del circuito no han dado opciones en un torneo donde ambos no han perdido ni un solo set.
Ésta será la sexta final en la que ambos se vean las caras, con un balance claramente favorable para el manacorí, que le doblegó en cuatro ocasiones, por dos del helvético.
Sin duda alguna, uno de los factores que decantan la balanza a favor de Nadal será la superficie de la pista, y es que la tierra batida sigue siendo el santo y seña de la 'Armada Española', que sin embargo no deberá confiarse ante un Federer que ha mejorado notablemente sus prestaciones en este tipo de pista y cuya moral estará por las nubes tras salir vencedor en los dos últimos duelos, China y Wimbledon.
La final tiene claros objetivos para ambos tenistas. Mientras el balear intentará alcanzar su 67 victoria sobre arcilla, y empatar con el rumano Ilie Nastase, como los dos únicos tenistas que han ganado el torneo monegasco en tres ediciones consecutivas, para Federer, que conseguiría su primer triunfo en Montecarlo, vencer a Nadal en esta superficie se está convirtiendo prácticamente en una cuestión de honor.
Las fuerzas parecen, por tanto, igualadas, con ambos jugadores en excelente estado de forma y demostrando una superioridad aplastante como quedó reflejado en los encuentros de semifinales.
Mientras el helvético doblegó por 6-3 y 6-4 al también español Juan Carlos Ferrero en tan solo una hora y 16 minutos de juego, Nadal hizo lo propio con una de sus últimas 'bestias negras', el checo Tomas Berdych, con el que había perdido en sus tres últimos duelos, al que se impuso 6-0 y 7-5, demostrando su excelente estado de forma y su paso firme para revalidar el título logrado el año pasado.
