BARCELONA, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Rafael Nadal celebró su triunfo en la 54ª edición del Trofeo Conde de Godó, en el que revalidó su victoria del año pasado, como hizo hace una semana en el Masters Series de Montecarlo, y aseguró haber comenzado "de forma inmejorable" la temporada de torneos en tierra batida.
El tenista balear se ha adjudicado sus dos primeros títulos en pistas de arcilla y ahora aspira a repetir en el Masters Series de Roma, como ocurrió el año pasado, y además acumula 47 victorias seguidas en arcilla, lo que le ha permitido superar la marca del sueco Bjorn Borg.
"No puedo pedir más", dijo Nadal en un momento de la rueda de prensa, en que agradeció la felicitación que le hizo llegar el propio Borg a través de la ATP por tratarse de "uno de los mejores jugadores de la historia". "Es bonito que alguien como él hable bien de mí", comentó.
Además, mantuvo su habitual cautela al referirse al objetivo de Roland Garros --"por ahora pienso en Roma"-- y comentó que "lo normal" sería no alcanzar el récord absoluto de triunfos consecutivos en superficie de tierra batida, que ostenta el argentino Guillermo Vilas (53) desde 1977.
"Lo normal sería no llegar porque eso significaría ganar Montecarlo, Barcelona y Roma, como el año pasado. ¿Y quién lo ha conseguido dos años seguidos? Sólo uno", dijo, refiriéndose a Thomas Muster, que repitió éxito en los tres torneos en los años 1995 y 1996.
Han pasado 29 años desde que Vilas logró su histórica serie de 53 victorias consecutivas y, en opinión de Nadal, se trata de "épocas diferentes que no sé si se pueden comparar, pero al fin y al cabo son récords que están ahí. Aunque creo que ahora hay más competitividad".
Nadal apuntó que, aunque Vilas jugaba "ni me enteraba de la película", puesto que él nació en 1986, cree que en aquella época "se pasaba ronda en los torneos con más facilidad". Otra diferencia es que él lleva un año invicto en tierra, mientras que Vilas estuvo cinco meses.
En todo caso, y además de aclarar que no tiene intención de "quitar méritos a nadie", destacó que ganar en Montecarlo y en Barcelona supone un comienzo "inmejorable" del calendario de torneos en tierra batida y que le le da "mucha tranquilidad" ante el resto de temporada.
SU "MEJOR PARTIDO" DE LA SEMANA, EN LA FINAL.
Además, estaba muy satisfecho por su triunfo ante el español Tommy Robredo (6-4, 6-4 y 6-0) ya que considera que fue "su mejor partido" de la semana en el Godó, en la que, como recordó, sufrió y tuvo un partido "dificilísimo" ante el finlandés Jarkko Nieminen en cuartos de final.
"Ha sido mi partido más serio y más completo. No me ha roto el saque ni una vez y eso es muy buena señal", subrayó el de Manacor, que cree que supo "apretar cuando había que hacerlo". Además, destacó su ilusión por ganar en Barcelona y agradeció el apoyo del público durante la semana.
Estaba también contento por su juego de volea, que es "un aspecto a mejorar" y también el saque. A partir de ahora y hasta Wimbledon, dedicará 20 minutos a mejorar su juego de volea al final de cada entrenamiento, según lo planificado junto a su tío y entrenador Toni.
Su calendario pasará ahora por Roma y Hamburgo antes de Roland Garros. Además, el 22 de mayo regresará a Barcelona para acudir a la gala de los premios Laureus, en los que opta al galardón a la mejor promesa del año, y un día después participará en una exhibición en Palma de Mallorca junto a Carlos Moyà y Maria Sharapova, entre otros.
