MELBOURNE (AUSTRALIA), 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La tenista Michaella Krajicek aseguró que hacía tanto calor que sus ojos le ardían y no podía ver la pelota, y no ha sido el único tenista del circuito en quejarse de las altas temperaturas que se están viviendo en Melbourne.
Algunos partidos fueron suspendidos hasta cuatro horas hoy en el Abierto de Australia cuando la temperatura alcanzó los 35 grados Celsius y llegó hasta 40 grados a media tarde.
La joven de 17 años se retiró de su partido de tercera ronda contra la francesa Amelie Mauresmo, tercera cabeza de serie, debido al calor después de perder el primer set 6-2.
Krajicek tenía bolsas de hielo alrededor de su cuello durante el partido, y sus entrenadores le tomaron la temperatura y el pulso antes de decirle al juez: "No puedo jugar". "Sentí que iba a vomitar. Ni siquiera podía ver la pelota porque me ardían los ojos", afirmó.
Se espera más de lo mismo el domingo, con un pronóstico de que la temperatura puede llegar a los 41 grados. Krajicek dijo que tuvo que bañarse en hielo después del partido para enfriarse. "Me puse hielo en todo el cuerpo. Estuve acostada una hora", señaló.
Los directivos del torneo suspendieron partidos que no habían comenzado en las canchas abiertas justo antes de la una de la tarde, hora local, citando la regla de temperatura extrema, que combina la temperatura del ambiente con la temperatura de la cancha. Pero los partidos que ya estaban jugándose, incluyendo el de Krajicek, continuaron.
El techo de la pista central en la arena Rod Laver fue cerrado para el siguiente partido de la rama masculina entre Tommy Haas y Peter Luczak.
Los puestos de primeros auxilios del torneo también estaban llenas de gente que recibía tratamiento por problemas relacionados al calor, incluyendo deshidratación y vómitos. Tim Wood, director del equipo médico del cuerpo médico del torneo, comentó que los jugadores deben prepararse con anticipación para el calor. "Algunos están mejores que otros", indicó.
