Tenis/Retirada Conchita.- La 'Armada' se despide de la 'reina' de Wimbledon

Actualizado: sábado, 15 abril 2006 15:44

La victoria en Wimbledon 94 le convirtió en la única española que consiguió vencer en las pistas del All England Club

Con Arantxa lideró al equipo español que conquistó cinco Copas Federación

En 1995 se aupó hasta la segunda posición del escalafón mundial

VALENCIA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

Conchita Martínez puso hoy fin a una carrera que se ha prolongado durante 18 temporadas y durante las que la aragonesa escribió una de las páginas más brillantes del deporte español, del que obtuvo su reconocimiento con la concesión por parte del Gobierno de la Gran Cruz del Mérito Deportivo en 2001.

La tenista aragonesa cierra una trayectoria plagada de éxitos que le ha llevado a sumar hasta 33 torneos individuales, incluido el de Wimbledon '94 lo que le convertía en la única tenista española que ha logrado coronarse en el All England Club, que le valieron alcanzar el segundo escalafón en el ránking mundial, en el 95, y 13 torneos en dobles.

La andadura de Conchita Martínez también se reflejó en los éxitos de España a nivel internacional. La de Monzón llevó a la 'Armada', junto con Arantxa Sánchez Vicario, la otra referencia del tenis nacional en la década de los noventa, a conquistar la Copa Federación, la competición paralela a la Davis en el circuito masculino, por primera ocasión para el tenis español en el 91.

El éxito en esta competición, donde ostenta el récord de jugadora con más victorias en las finales, lo repetiría hasta en cuatro ocasiones más, convirtiendo a España en una de las potencias mundiales dentro del tenis femenino. Además, Conchita, que ha participado en cuatro Juegos Olímpicos, desde la edición disputada en Barcelona '92, sumó tres medallas dos de plata (Barcelona y Atenas) y un bronce (Sydney) todas ellas en la modalidad de dobles.

UN SUEÑO QUE ARRANCO ANTE UN FRONTON.

El sueño de Conchita se cimentó sobre la pared del frontón de Monzón. En el se pasaba las tardes enviando 'passings' a uno de los mitos de su niñez Martina Navratilova hasta que Eric Van Harpen, su mentor, se cruzó en su camino. El técnico holandés encontró en la española un diamante por pulir y no cejó hasta conseguir que la española le acompañara a Bélgica para continuar su formación.

La aragonesa, ya en júnior, se mostraba muy superior a sus rivales y su estreno en el circuito no se podía demorar. Su debut en el antiguo circuito de Virginia Slimsse se vivió en Suiza en 1988, en el torneo previo a Roland Garros, y cayó en primera ronda ante Mercedes Paz.

Aprendió pronto, porque en el torneo galo, en el primer 'Grand Slam' en el que tomaba parte, dejó su tarjeta de presentación, en el que destacaba un 'drive' considerado como el mejor del circuito, al alcanzar los octavos de final en una andadura en donde había dejado por el camino a toda una 'top ten' como Lori McNeil. El torneo francés se convirtió en su mejor escaparate ya que en sus siguientes nueve participaciones siempre alcanzó, al menos, los cuartos.

Meses después, en Sofía, Conchita conseguía su primer título como profesional después de dejar por el camino a Katerina Maleeva, número 14 del ránking mundial, y a Barbara Paulus en la final. Era el segundo torneo a nivel internacional que el tenis español sumaba en toda su historia después del conseguido en julio de ese mismo año por Arantxa y es que catalana y aragonesa ya hacían vislumbrar un futuro dorado para el tenis femenino que hasta entonces había contado con la escasa referencia de Lili Alvarez.

ENTRA POR PRIMERA DENTRO DEL 'TOP TEN'.

La tenista de Monzón dejaba de ser una promesa y ese mismo año terminaba como número 40 del mundo y debutaba en la Copa Federación. Comenzaba una leyenda que se incrementaría con continuos éxitos. En el 89 sumó tres nuevos títulos, Wellington, Phoenix y Tampa, donde conseguía un triunfo de relumbrón al deshacerse en la final de Sabatini, número tres del mundo. La aragonesa conseguía en junio introducir su nombre por primera vez dentro del 'top ten' y terminó el año como número ocho del mundo.

En los sucesivos años, Conchita continuó demostrando su gran talento ganando torneos en todas las superficies posibles. En el '92, en el torneo de Hilton Head, ganó por primera vez a Arantxa Sánchez Vicario. Poco más tarde, precisamente haciendo pareja con la catalana se hacía con la medalla de plata en dobles en los Juegos de Barcelona.

También ese mismo año logró su primera victoria en el Open de Roma, otro de sus escenarios preferidos y donde encadenaría cuatro títulos consecutivos algo que no ha logrado ninguna otra tenista.

Conchita camina hacia su madurez y en el '93 lo demuestra sumando 71 victorias y hasta cinco torneos, incluido el de Filadelfia en donde se impuso en la final a la número uno del mundo, la alemana Steffi Graf. Aprovecha también su buen momento para presentarse en sociedad en Wimbledon donde alcanza las semifinales.

CONCHITA SE CORONA EN WIMBLEDON.

La aragonesa extrae una conclusión de su cita londinense. Asegura que Wimbledon "es el torneo más difícil de ganar, hace falta una mente positiva". Un enunciado sorprendente para una tenista a la que siempre le habían achacado debilidad mental en los momentos trascendentales.

La de Monzón 'enamoró' al All England Club. Sus victorias ante Lindsay Davenport, en cuartos, y Lori McNeil en semifinales, le situaban en la lucha por el título ante el mayor mito del tenis femenino, Martina Navratilova que buscaba su décimo título en las pistas londinenses. Sin embargo, la estadounidense se vio sorprendida por los 'passings' de Conchita. La aragonesa recurrió a un libreto de antologías sólo al alcance de los elegidos y demostró cómo se podía ganar en Wimbledon desde el fondo.

Conchita se convirtió en la primera española en ganar en Wimbledon, algo que no había conseguido Lili Alvarez, que había disputado tres finales, y que no consiguió repetir Arantxa Sánchez Vicario, finalista en las dos siguientes ediciones. Antes ninguna jugadora de fondo había jugado con tanta exquisitez y su superioridad fue reconocida por Navratilova.

ALCANZA EL NUMERO DOS EN EL RANKING MUNDIAL.

Aquella victoria sentó las bases de la gran Conchita de 1995, que disputó las semifinales de los cuatro 'grandes' además de sumar de seis títulos, uno de ellos en Roma, su plaza favorita. La aragonesa con 63 victorias fue la tenista que más victorias consiguió ese año dentro del circuito exhibiendo una racha de 26 triunfos de forma consecutiva lo que le valió para alcanzar la segunda posición en el escalafón mundial.

En el '97 por primera vez en diez años no conseguía ningún título, pero se resarcía al comienzo de la siguiente temporada al disputar la final del Open de Australia, algo que conseguía en un 'grande' por segunda ocasión en su carrera, pero cayó ante Martina Hingis.

Su asignatura pendiente, Roland Garros, se le volvió a escapar cuando más cerca lo tuvo. Fue en 2000 cuando disputó la final, después de imponerse en la ronda anterior a Arantxa Sánchez Vicario, pero entonces se cruzó por su camino Mary Pierce, para hacerle despertar de su sueño. Esa temporada la aragonesa volvió a exhibir un buen nivel y en Berlín se hizo con el título al derrotar en la final a Hingis.

Ese título abriría una sequía que se prolongaría hasta 2005. Los problemas físicos de la aragonesa mermarían su tenis. Ya en 2001, la primera temporada que terminó fuera del 'top 20' desde 1988, se vio obligada a poner el final a la misma tras Wimbledon.

En 2005 en Pattaya se reencontró con la victoria, era el canto del cisne. La aragonesa disputaba su último partido en diciembre en el Masters Nacional allí una pancarta rezaba un 'eterna Conchita', atrás quedan los 33 títulos en individuales, lo que le convierte en la española más laureada, y las 739 victorias WTA que le hacen situarse en el sexto lugar entre las tenistas con más triunfos de la historia.