PARIS, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La belga Justine Henin-Hardenne cumplió con los pronósticos y se hizo con su tercer título en Roland Garros después de imponerse en la final a la rusa Svetlana Kuznetsova por un doble 6-4 en una hora y 36 minutos de encuentro.
Por tercera vez la tenista belga alcanzaba la final en París, su escenario favorito, y como en las ocasiones precedentes no falló. Defendió el título que conquistó el año pasado, lo que le convierte en la primera tenista que consigue revalidar su 'corona' desde que lo lograse Stefi Graff en el 96.
La autoridad mostrada durante todo el torneo le había convertido en la máxima candidata al título y es que Henin-Hardenne cierra su participación en este Roland Garros de forma inmaculada y sin ceder ni un sólo set.
Algo que no conseguía ninguna tenista en París desde Arantxa Sánchez Vicario, en el 94, y lo hizo a costa de su protegida, Svetlana Kuznetsova, que alcanzaba su segunda final en un 'grande' después de su victoria en el Open USA 2004.
Kuznetsova rompía una sequía del tenis ruso, la delegación con más representantes entre las 100 primeras en la clasificación WTA, que se prolonga precisamente desde el Open USA en 2004 sin tener a ninguna de sus jugadoras en una final de un 'grande'.
Sin embargo, la rusa tuvo que claudicar ante los pronósticos que apuntaban los precedentes entre ambas jugadoras. Henin-Hardenne se había impuesto en 10 de sus once enfrentamientos. La belga siempre había aprovechado mejor sus armas en los momentos decisivos, como el año pasado cuando Kuznetsova dominaba por 5-3 en el tercer set.
Hoy la historia se repitió, porque Kuznetsova fue víctima de sus imprecisiones. La rusa acusó los nervios en el inicio del encuentro. Fiel a su linea de juego le costó entrar en el partido y Henin-Hardenne aprovechó sus dudas para tomar ventaja en el marcador (4-1).
Kuznetsova, que buscaba ser la segunda rusa en inscribir su nombre en el palmarés del torneo francés después de Myskina, apostaba por una táctica agresiva, pero no encontraba la precisión en el golpe decisivo.
REACCION FRUSTRADA.
Sin embargo, como sucedió en sus partidos anteriores, desde su actuación en octavos, demostró capacidad de reacción, para llegar desde la contra. Puso el 4-3 en el marcador y contó con una bola del 4 iguales.
Eran los momentos más irregulares de Justine Henin-Hardenne, que recurría a su servicio, una de las facetas en la que más mejoró, para cerrar ese primer set.
El inicio de la segunda manga de Kuznetsova fue espectacular. Determinante con su derecha se apuntó los diez primeros puntos. Parecía funcionar el 'rodillo' de la pupila de Sánchez Vicario. Aunque las dudas regresaron a su tenis en el tercer juego.
Cedió su saque. La impaciencia volvía a convertirse en su talón de Aquiles al querer buscar con rapidez el golpe decisivo, ya que dominaba, por contra, en los largos peloteos. Henin-Hardenne conseguía la rotura definitiva en el séptimo juego.
Una ventaja decisiva ya para la conclusión de la final. Le abría definitivamente las puertas a su tercer título en Francia, una de las ocho tenistas que lo han conseguido, que le iguala con Hilde Sperling, Monica Seles y Arantxa Sánchez Vicario.
Henin-Hardenne que esta temporada también alcanzó la final en el Open de Australia, donde sin embargo abandonó agotada, sumó su quinto 'Grand Slam', una victoria que le permite ascender hasta el tercer puesto en la clasificación mundial.
