Los mallorquines aseguran la presencia de un semifinalista español
PARÍS, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los tenistas españoles Rafa Nadal y Carlos Moyà protagonizaron las buenas noticias de la jornada para la 'Armada' al sellar su pase a cuartos de final del torneo de Roland Garros, segundo 'grande' de la jornada, en el día que supuso la despedida de Fernando Verdasco.
Los mallorquines se cruzarán en la siguiente fase por lo que aseguraron la presencia de un español en semifinales, donde también podría estar Tommy Robredo si supera el escollo que tendrá mañana en Roger Federer.
El duelo del bicampeón de la Copa de los Mosqueteros ante el australiano Lleyton Hewitt copó gran parte de la atención, pues Nadal echó mano de sus mejores recursos para seguir adelante en los Internacionales de Francia.
El manacorí dio un paso más hacia la conquista de su tercer entorchado consecutivo al superar con contundencia al 'aussie' por 6-3, 6-1 y 7-6 (5) en dos horas y 21 minutos de juego ofreciendo un gran recital de tenis y encadenando su decimoctava victoria consecutiva en el Bosque de Bolonia.
El número dos del mundo celebró del mejor modo posible su vigésimo primer cumpleaños, que tuvo lugar ayer, en un encuentro en que su juego ofreció un plus de calidad respecto a los días anteriores. Como ya ocurriera el pasado año, Nadal es otro en la segunda semana del Abierto parisino y lo demuestra solventando muchos puntos por la vía rápida.
Nada hacía presagiar una victoria tan dulce para el balear y menos después del complicado duelo que vivieron hace tan sólo dos semanas en las semifinales del Masters Series de Hamburgo y donde el español necesitó tres sets para doblegar a su rival.
Hoy, el balear salió como un huracán a la Philippe Chatrier y se adjudicó los dos primeros sets de manera apabullante y en menos de una hora de juego. Sin embargo, el de Adelaida nunca se rindió. A pesar de no tener continuidad en su juego, Hewitt sobrevivía a base de 'aces' --8 en el partido, cinco en el set-- y logró desgastar mentalmente al español hasta forzar la muerte súbita.
El 'tie break' fue apasionante y permitió a Nadal ofrecer su mejor versión ante un Hewitt que mandó a la red una pelota definitiva con 5-4. Pero el español no se amilanó y sacó su garra para finiquitar al australiano en una tercera manga que se cargó de dramatismo.
Ahora, Nadal se enfrentará a su ídolo de la niñez y gran amigo Carlos Moyà, que se impuso hoy al sueco Jonas Bjorkman por lo que está asegurada la presencia de un español en semifinales. En principio, el manacorí parte como favorito pues se ha impuesto en tres de los cinco enfrentamientos, el último el pasado año en Roma.
MOYÀ VIVE SU SEGUNDA JUVENTUD.
Precisamente, Moyà, campeón en Roland Garros en 1998, se impuso en un duelo de veteranos al sueco Jonas Bjorkman volviendo a clasificarse para los cuartos de un 'Grand Slam' por primera vez en tres años y en el mismo escenario que en 2004, tras superar al escandinavo por 7-6 (5), 6-2 y 7-5.
El balear, que parece estar viviendo una segunda juventud a los 30 años, planteó un encuentro muy serio con una gran efectividad en sus primeros servicios a pesar de cometer nueve dobles faltas, que dieron alas a Bjorkman.
Una vez más, Moyá ofreció las buenas sensaciones que vivió en el pasado Masters Series de Hamburgo, donde se quedó en las semifinales ante Roger Federer, y demostró que su ascenso en el escalafón mundial, ha pasado de la 43 a la 26 plaza esta temporada, no es un espejismo.
A pesar del empuje con el que comenzó Bjorkman, el mallorquín venció su resistencia y se llevó el partido con relativa comodidad yendo de menos a más.
Lamentablemente, el pleno de la 'Armada' no pudo completarse. El serbio Novak Djokovic cortó de raíz el sueño del español Fernando Verdasco al apearle en los octavos de final por 6-3, 6-3 y 7-6 (1), pero el madrileño igualó su mejor resultado en un 'grande' al llegar hasta los octavos, su 'techo' tanto en Wimbledon 2006 como en el Abierto de Estados Unidos en 2005.
A pesar de contar con un balance positivo (2-0) en los duelos previos ante el balcánico, Verdasco evidenció sus carencias ante Djokovic, la gran revelación del circuito en los últimos meses en los que ha alzado cinco títulos.
El madrileño, 51 del mundo, no pudo aprovechar su condición de zurdo para sorprender a un Djokovic, que comenzó el duelo a un ritmo altísimo. El balcánico empleó su potente saque para marcar diferencias y minar la moral del madrileño, que a pesar de todo forzó el 'tie break'.
En cuartos, Djokovic se enfrentará al ruso Igor Andreev, auténtica revelación de esta edición del 'grande' francés, que remontó ante el chipriota Marcos Baghdatis por 2-6, 6-1, 6-3, 6-4.
