Tenis/Roland Garros.- (Crónica) La 'Armada' arranca con fuerza en su presentación en París

Actualizado: domingo, 28 mayo 2006 22:37

MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

El tenis español firmó un 'pleno' en su estreno en Roland Garros, segundo 'Grand Slam' de la temporada con las victorias de Tommy Robredo y Carlos Moyá en una jornada que contempló las primeras dudas de Roger Federer y ante el estreno, mañana, de Rafael Nadal.

Un preámbulo en donde Tommy Robredo confirmó el buen momento por el que atraviesa y que se vio recompensando recientemente con el título en el Masters Series de Hamburgo lo que le situó como séptimo jugador del mundo y le permite alimentar las opciones de superar por primera vez los cuartos de final en París, ronda que alcanzó en 2003 y 2005.

Tan sólo necesitó de dos horas y un minuto para deshacerse de Tomas Zib (6-4, 6-2 y 6-2). Un tenista, el checo, poco ávido sobre tierra batida donde tan sólo había conseguido 15 victorias en su carrera deportiva y que, como en sus dos participaciones en Roland Garros, se tuvo que despedir del torneo francés tras su primer encuentro.

Una ronda inicial siempre temida por los principales favoritos y Robredo, que acude a París sin entrenador, recibió el primer aviso en el séptimo juego cuando cedió su saque. Eso sirvió para 'despertar' al tenista de Hostalric, ajustó más sus golpes y dio la vuelta al marcador tras anotarse los seis siguientes juegos.

Robredo había 'enseñado los dientes' y de eso pareció darse cuenta Zib, que reconocía en su rival un tenis imposible de alcanzar. A partir de ese momento, el checo nunca dejó de pensar en su adiós y en la que sería su sexta derrota consecutiva ante un tenista español.

MOYA DE MENOS A MAS.

Tampoco consiguió estrenar su palmarés en París el costarricense Juan Antonio Marín, torneo al que no acudía desde 2001, después de caer ante Carlos Moyà por 7-6, 6-3 y 6-3 después de dos horas y 13 minutos de encuentro.

Un triunfo que el mallorquín y su entorno confía sirva para dar mayor confianza a su juego. El tenis de Moyá está maltratado por los resultados de las últimas semanas. Por segunda ocasión consecutiva, el mallorquín llegaba a las pistas de Roland Garros sin conocer la victoria en los tres Masters Series previos sobre tierra batida (Montecarlo, Roma y Hamburgo).

Una trayectoria que llevó a Moyá a fijar en las dos primeras rondas su objetivo en este Roland Garros, meta escasamente ambiciosa para un tenista que conquistó el torneo en el '98 y que es consciente de que el transcurrir de los encuentros puede ser clave en una nueva metamorfosis.

Así sucedió en el partido que hoy le midió a Marín. El español ofreció una dubitativa imagen en la primera manga. Fue el primero en conseguir el 'break', en el tercer juego, pero lo cedió en el noveno. Su mayor experiencia le dio la victoria en el tramo final de ese set.

Un parcial que terminó por dar seguridad a su juego. Su pase a la segunda ronda ya nunca peligró. Ofreció una imagen muy sólida desde el fondo, reduciendo el número de errores no forzados, y aprovechando sus oportunidades en los dos siguientes sets. Ponía fin al 'sueño' de Marín de superar la primera ronda de un 'grande' después de 16 apariciones.

TRABAJO PARA LOS PRIMEROS FAVORITOS.

Mucho menos placentero fue el estreno de los primeros favoritos en el cuadro masculino y femenino, Roger Federer y Amelie Mauresmo. El suizo sufrió más de lo previsto para imponerse al argentino procedente de la previa Diego Hartfield, número 157 del mundo, por 7-5, 7-6 (2) y 6-2.

El número uno mundial estuvo lejos de su habitual imagen para destacar como un tenista gris y errático, llegó a cometer hasta 49 errores no forzados, que deberá rectificar en sus próximos compromisos si quiere conquistar el único 'Grand Slam' que le falta a su palmarés.

Algo a lo que parecen aspirar los números del helvético en esta campaña que ha disputado las finales en los dos Masters Series sobre tierra batida que ha disputado, en Montecarlo y Roma, en ambos Rafael Nadal se cruzó en su camino, lo que ha convertido en una 'cuestión de estado' este Roland Garros para el suizo.

También tuvo que recurrir a todos sus recursos la francesa Amelie Mauresmo. Como en el caso de Federer el torneo de Roland Garros siempre se le resistió a la tenista gala. Ahora, amparada en el número uno mundial que ocupa en la clasificación WTA, intenta un nuevo asalto.

El primer escollo que tuvo que superar fue el de la estadounidense Meghan Shaughnessy. Una rival que en distintas ocasiones se ha situado dentro del 'top veinte' de la clasificación femenina y que obligó a Mauresmo a realizar un partido muy serio para doblegarla por un doble 6-4.

Más fácil resultó para el argentino David Nalbandián. El último campeón del Masters, un especialista en cualquier superficie lo que le permitió disputar las semifinales en los cuatro 'grandes', derrotó al helvético Stanislas Wawrinka por 6-2, 7-6 (5) y 6-4.